LIBRO: MI AMIGO MICHAEL (CONTINUACIÓN)

Por: ♥Anaitat♥Twittear

Pues amigos continuamos con el capítulo Nº 4 del libro:

Además de la música, la coreografía, las voces, el estadio mismo, había una sensación de energía que trascendía los elementos individuales de la interpretación. La suma era mayor que las partes, el resultado era más que grandioso y extraordinario de lo que nadie, ni yo mismo podían esperar- todos y cada uno de los momentos de la creación de Billie Jean conducían a aquel momento específico, como si todas sus interpretaciones anteriores no hubieran sido más que un ensayo para su presentación final, aquella noche específica. Él y su arte eran una sola cosa.

Esta transformación era un arte que él practicaba y dominaba.

- Todo lo que hagas, o digas, o quieras ver el mundo, visualizado y sucederá – me decía.

Michael hablaba de canalizar las fuerzas del universo mucho antes de que se publicaran los libros de ayuda espiritual, como El Secreto. Me decía que podría lograr cualquier cosa si creía en ello.

Por mí parte intento aplicar esa filosofía en todos los aspectos de mi vida: no sé lo que quiero (…)

Billie Jean se llamó al principio Not my lover Quincy Jones, coproductor de Thriller no quería incluirla en el álbum, pero Michael insistió y acertó de lleno. Todo lo que hizo Michael era increíble, pero si tuviese que elegir un tema entre toda su obra que representara la quintaesencia de su arte y su culminación, sería Billie Jean siempre que se lo vi interpretar se creaba un momento mágico, cautivador, y se me ponía la piel de gallina.

A medida que la gira avanzaba, fui conociendo a otros amigos y asociados de Michael en Santiago de Chile Michael recibió la visita de su dermatólogo. Padecía de una enfermedad llamada Vitíligo. Me lo había contado aquel mismo año en Neverland, eso le provocaba la aparición de manchas en la piel que habían perdido su pigmentación.

Me enseñó fotografías de personas que padecían la misma enfermedad en etapas más avanzadas. En los que tenían la piel oscura, las manchas blancas creaban un contraste muy marcado en todo el cuerpo y parecían desfigurados. Me contó que detestaba aquella enfermedad, pero que tenía suerte de poder permitirse un tratamiento consistente en aclarar el resto de su piel para igualar el color. Según sus palabras, el doctor Arnold Klein, su dermatólogo, era el mejor en su especialidad, todo el mundo se trataba con él, incluida Elizabeth Taylor.

Una mujer llamada Debbie Rowe, que trabajaba con el doctor Klein como enfermera, lo acompañó a Santiago para tratar el trastorno de piel de Michael y también para presenciar un par de conciertos. Los dos me cayeron muy bien desde el principio.

Klein era un tipo grandote, como un oso y muy carismático. Debbie era una persona decidida y muy directa. Decía siempre lo que pensaba.

Durante la gira presencié la colaboración de Michael y Brad Buxer, el músico, en el tema Stranger in Moscow habían estado en Moscú, como parte de la gira, antes de nuestra llegada. En la ciudad rusa Michael sintió una profunda tristeza y una gran soledad debido a la acusación que le habían hecho. Se sentó en el suelo del baño de la habitación del hotel, llorando y en tal trance se le ocurrió la canción.

Por aquellos días Brad era director musical y productor de Michael y entre ellos había una comunicación muy estrecha.

Michael le contó la idea de la canción y le dio la melodía. Bajo la guía de Michael, Brad, que había instalado un estudio de grabación en el cuarto del hotel, creó una canción a partir de aquella melodía. Trabajaron sin tregua, Michael cantaba partes y le daba el ritmo que quería, Brad transformaba todo aquello en música. Viéndolos trabajar juntos, advertí que las canciones empiezan con una idea, con acordes sencillos, y poco a poco se van armando el resto. Michael decía que le gustaba dejar que la canción fuera saliendo sola, que le dijera lo que necesitaba. Podía ponerse a cantar y bailar espontáneamente por todo el hotel mientras la canción evolucionaba en su mente y en su corazón.

Stranger in Moscow finalmente en el álbum HIStory. Siempre sería una de mis canciones favoritas porque vi cómo la creó y la produjo de principio a fin.

Incluso estuve presente estudio cuando rodaron el vídeo uno tres años después. Fue la canción que despertó en mí el amor por el arte de hacer música.

Michael me estaba introduciendo en un mundo extraordinario. Además de la experiencia de los conciertos y la música, viajaba, conocía lugares nuevos, con sus fans y de mi mundo se ampliaron de forma espectacular y permanente. Comprobé que el mundo abarcaba mucho más que los confines de la escuela secundaria. Aprendía a apreciar y respetar otras culturas.

Continuará…

Primeras partes: (1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11) (12) (13) (14) (15)