Por: ♥Anaitat♥
La historia no contada
por Mary A. Fisher
GQ, Octubre 1994
¿Lo hizo Michael?
La historia no contada sobre los hechos que hundieron a una superestrella.
Antes de O.J. Simpson, estaba Michael Jackson -otra admirada celebridad negra aparentemente demolida por las alegaciones de un escándalo en su vida personal. Aquellas acusaciones -de que Jackson había abusado de un chico de 13 años- instigaron una proceso multimillonario en dólares, investigaciones de dos grandes jurados y un circo vergonzoso de los medios de comunicación.
Jackson, en cambio, puso un a demanda por extorsión a algunos de sus acusadores. Finalmente, el proceso fue cerrado fuera del juzgado por una suma que se ha estimado en 20 millones de dólares; ningún cargo criminal fue impuesto contra Jackson por la policía o los grandes jurados. El pasado agosto, Jackson estaba de nuevo en las noticias, cuando Lisa Marie Presley, hija de Elvis, anunció que ella y el cantante se casaban.
Desde que se esparció uno de los peores episodios de los medios de comunicación en la nación, una cosa está clara: El público americano nunca ha escuchado una defensa de Michael Jackson. Hasta ahora.
Es, por supuesto, imposible probar algo negativo, es decir, probar algo que nunca ha ocurrido. Pero es posible echar un vistazo en profundidad a la gente que hizo las acusaciones en contra de Jackson y ver sus caracteres y motivaciones. Lo que emerge de este examen, basado en documentos judiciales, reportes de negocios y entrevistas, es un argumento persuasivo de que Jackson no dañó a nadie y que él mismo pudo ser la víctima de un bien concebido plan para sacarle dinero. Más que eso, la historia que aparece de este, antes inexplorado territorio, es radicalmente diferente del cuento que han estado promoviendo los tabloides y otros periodistas siguiendo la misma corriente. Es una historia de envidia, ambición, falta de concepto por parte de la policía y los perseguidores, una vaga y sensacionalista búsqueda de los medios de comunicación y el uso de una poderosa droga hipnótica. También puede ser la historia de como un caso puede ser simplemente inventado.
Ni Michael Jackson ni sus actuales abogados defensores aceptaron ser entrevistados para este artículo. ¿Han decidido luchar por los cargos civiles e ir a juicio?, lo que sigue podría servir como el núcleo de la defensa de Jackson - tan bien como la base del intento de extorsión contra sus propios acusadores, que bien podrían exonerar al cantante.
Los problemas para Jackson empiezan cuando su furgoneta se avería en Wilshire Boulevard en Los Angeles, en Mayo de 1992. Atrapado en medio de una calle repleta de tráfico, Jackson es visto por la mujer de Mel Green, un empleado de Rent-a-Wreck, una agencia de alquiler de coches situada a una milla de distancia de allí. Green va al rescate. Cuando Dave Schwartz, el dueño de la casa de alquiler, escucha que Green va a traer a Jackson, llama a su mujer, June, y le dice que venga con su hija de 6 años y el hijo de su anterior matrimonio. El chico, que entonces tenía 12 años, era un gran fan de Michael Jackson. Cuando llegaron, June Chandler Schwartz habló con Jackson sobre la vez que su hijo le envió un dibujo cuando se quemó el pelo grabando un anuncio para Pepsi. Entonces le dio su teléfono de casa a Jackson.
“Fue como si ella forzara (al niño) hacia él” recalcaba Green. “Creo que Michael pensó que le debía algo al muchacho y así comenzó todo”.
Ciertos hechos sobre la relación no están en disputa. Jackson empezó a llamar al chico, y se creó una amistad. Después de que Jackson volviera de un tour promocional, tres meses después, June Chandler Schwartz, su hijo y su hija se convirtieron en asiduos invitados en Neverland, el rancho de Jackson en el contado de Santa Barbara. Durante el siguiente año, Jackson mostró al chico y a su familia una gran atención y regalos, incluyendo video juegos, relojes, largas horas de compras en Toys “R” Us y viajes alrededor del mundo - de Las Vegas y Disney World a Mónaco y París.
En Marzo del 93, Jackson y el niño pasaban tiempo juntos y empezaron a dormir fuera. June Chandler Schwartz también se hacía mas cercana a Jackson “y le parecía enormemente encantador”, decía uno de sus amigos. “Él era el hombre mas amable al que ella había conocido”.
Las excentricidades personales de Jackson - desde sus intentos de rehacer su cara con la cirugía plástica a su preferencia por la compañía de niños - habían sido ampliamente comentados. ¿Tiene que ser raro que un hombre de 35 años duerma con un niño de 13, cuando la madre del niño y otra gente cercana a Jackson nunca lo vieron extraño? La conducta de Jackson ha de ser comprendida en el contexto de su propia niñez.
“Contrariamente a lo que se podría pensar, la vida de Michael no ha sido un paseo por el parque” dice uno de sus abogados. La niñez de Jackson esencialmente se frenó - y su poco ortodoxa vida comenzó - cuando tenía 5 años y vivía en Gary, Indiana. Michael pasó su juventud en estudios de ensayos, en escenarios actuando ante millones de extraños y durmiendo en una infinidad de habitaciones de hotel. Excepto por sus ocho hermanos y hermanas, Jackson estaba rodeado de adultos que le presionaban implacablemente, particularmente su padre, Joe Jackson - un estricto, y poco afectuoso hombre del que se ha dicho que pegaba a sus hijos.
Las primeras experiencias de Jackson se traducen en una especie de libertad bajo arresto, como dicen algunos, y se convirtió en un niño en un cuerpo de hombre. “Él nunca tuvo una niñez” dice Bert Fields, el anterior abogado de Jackson. “Él la está viviendo ahora. Sus amigos son niños de 12 años. Hacen batallas de almohadas y de comida” El interés de Jackson en los niños también se ha traducido en esfuerzos humanitarios. A través de los años, ha dado millones a causas benéficas para niños, incluyendo su propia Fundación Heal The World.
Pero hay otro contexto - el que tiene que ver con los tiempos en los que vivimos - en los que muchos de los observadores pueden evaluar las circunstancias de Jackson. “Dando la actual confusión e histeria sobre los abusos sexuales a menores” comenta el Dr. Phillip Resnick, un notable psiquiatra de Cliveland, “cualquier contacto físico con un niño podría ser visto como sospechoso, y el adulto bien podría ser acusado de mala conducta sexual”.
La amistad de Jackson con el niño fue bien recibida, al principio, por todos los adultos en la vida del joven - su madre, su padrastro y también su padre biológico, Evan Chandler (que también declinó ser entrevistado para este artículo). Nacido Evan Robert Charmatz en el Bronx en 1944, Chandler rechazaba seguir los pasos de su padre y sus hermanos haciéndose dentista. “Él odiaba ser dentista” dijo un amigo de la familia. “Él siempre quiso ser escritor”. Después de mudarse en 1973 a West Palm Beach para practicar como dentista, se cambió su apellido, creyendo que Charmatz “sonaba demasiado judío”, dijo un colega de entonces. Esperando de todas maneras convertirse en guionista, Chandler se mudó a Los Angeles a finales de los 70 con su mujer, June Wong, una atractiva Euroasiatica quien había trabajado como modelo.
La carrera dental de Chandler sufría momentos precarios. En diciembre de 1978, trabajando en el Centro Dental Crenshaw Family, una clínica perteneciente al área de L.A., Chandler hizo una restauración de 16 dientes de un paciente de una sola visita. Un examen de su trabajo, por el Colegio de Examinadores Dentales, concluyó revelando “gran ignorancia y/o ineficacia” en su profesión. Este organismo revocó su licencia; de cualquier manera, además de la revocación, el Colegio de dentistas le suspendió durante 90 días y le puso a prueba durante dos años y medio. Devastado, Chandler se fue de la ciudad hacia Nueva York. Escribió un guión para una película pero no pudo venderlo.
Meses después, Chandler volvió a L.A. con su mujer y se puso ha hacer pequeños trabajos como dentista. Hacia 1980, cuando su hijo nació, el matrimonio estaba teniendo problemas. “Una de las razones por las que June dejó a Evan era por su temperamento” dijo un amigo de la familia. Se divorciaron en 1985. El juzgado dio la custodia del niño a su madre y ordenó a Chandler pagar 500 dólares al mes para el mantenimiento del niño, pero una revisión a los documentos revela que en 1993, cuando salió el escándalo de Jackson, Chandler debía a su ex-mujer 68.000 dólares, una deuda que ella perdonó recientemente.
Un año antes de que Jackson entrara en la vida de su hijo, Chandler tuvo un segundo problema profesional serio. Una de sus pacientes, una modelo, le demandó por una negligencia después de una restauración dental. Chandler alegó que la mujer había firmado un consentimiento por el que declaraba conocer los riesgos de la intervención. Pero cuando Edwin Zinman, su abogado, quiso ver los documentos originales, Chandler dijo que habían sido robados de la guantera de su Jaguar.
Él presentó un duplicado. Zinman, sospechoso, no pudo certificar la autenticidad de los documentos. “Qué extraordinaria coincidencia que fueran robados”, dice Zinman ahora, “es como decir `el perro se comió mis deberes´”. El caso fue cerrado fuera del juzgado por una suma de dinero no declarada.
A pesar de esto, Chandler por entonces siguió practicando con éxito en Beverly Hills. Consiguió su primera entrada en Hollywood en 1992, cuando co-escribió el guión de la película de Mel Brooks “Las locas, locas, Aventuras de Robin Hood”. Hasta que Michael Jackson entró en la vida de su hijo, Chandler no había mostrado mucho interés en el niño. “Prometió comprarle un ordenador para que pudieran trabajar en los guiones juntos, pero nunca lo hizo” dice Michael Freeman, por entonces abogado de June Chandler Schwartz. La practica dental de Chandler le tenía muy ocupado, y empezó una nueva familia por entonces, con dos niños pequeños de su segunda mujer, abogada de una corporación.
Al principio, Chandler aceptó bien y apoyó la relación de su hijo con Michael Jackson, presumiendo sobre ello con amigos y asociados. Cuando Jackson y el niño estuvieron con Chandler durante mayo de 1993, Chandler transmitió la urgencia al artista de que pasara más tiempo con su hijo en su casa. De acuerdo con las fuentes, Chandler sugirió que Jackson construyera un añadido en la casa para que el cantante pudiese estar allí. Después de llamar al departamento de urbanismo de la zona y descubrir que no se podía realizar la reforma, Chandler hizo una nueva sugerencia, que Jackson les construyera una nueva casa.
El mismo mes, el niño, su madre y Jackson volaron a Mónaco para los World Music Awards. “Evan empezaba a estar celoso de la relación y se sentía fuera” dice Freeman. Tras su retorno, Jackson y el chico volvieron a estar con Chandler, lo que le agradó - una visita de cinco días, durante la cual ellos durmieron en la misma habitación con la joven hermanastra. A pesar de que Chandler admitió que Jackson y el chico siempre estuvieron vestidos, el dijo que fue durante ese tiempo cuando tuvo las sospechas de que hubo mala conducta sexual. En ningún momento Chandler aseguró que hubiese sido testigo de ninguna conducta extraña por parte de Jackson.
Chandler empezó a enojarse, profiriendo amenazas contra Jackson, Dave Shwartz y June Chandler Schwartz. A principios de Julio de 1993, Dave Schwartz, quien había estado siendo amistoso con Chandler, grabó en secreto una larga conversación telefónica que tuvo con él. Durante la conversación, Chandler habló sobre su preocupación por su hijo y su ira contra Michael y su ex mujer, a la que describía como “fria y sin corazón”. Cuando Chandler trató de “llamar su atención” para discutir sobre sus sospechas hacia Jackson, dice él en la cinta, ella le respondió “embrómate”.
“Yo tuve una buena comunicación con Michael” dijo Chandler a Schwartz. “Nosotros éramos amigos. Me gustaba y le respetaba por todo lo que es. No había razón por la que él tuviera que dejar de llamarme. Me senté en la habitación un día y hablé con Michael le dije exactamente que quería que toda esta relación acabara. Lo que yo quería”.
Admitiendo a Schwartz que el había “estado ensayando” sobre que decir y que no decir, Chandler nunca mencionó el dinero durante su conversación. Cuando Schwartz preguntó qué era lo que había hecho Jackson que había enfadado tanto a Chandler, este alegó solo que “él había destrozado la familia. El chico había sido seducido por el poder y el dinero de este tipo”. Ambos hombres se llamaban a sí mismos como los padres pobres del niño.
En otra parte de la cinta, Chandler indica que está preparando un movimiento en contra de Jackson: “Ya está todo listo”, dijo Chandler a Schwartz. “Hay otra gente involucrada en esto que está esperando una llamada de teléfono mía. Ellos están ya en posición. Les he pagado para que lo hagan. Todo está yendo según un plan certero que no es solamente mío. Una vez que haga esa llamada de teléfono, este tipo (su abogado, Barry K. Rothman, presumiblemente) va a destruir a todo el mundo a la vista de la manera más desviada, sucia y cruel que pueda hacerlo. Y yo le he dado total autoridad para que lo haga”.
Chandler entonces predijo lo que, de hecho, llevó a cabo seis semanas después: “Y si llevo a cabo esto, ganaré. No hay forma de que yo pueda perder. Lo he chequeado todo de arriba a abajo. Tengo todo lo que quiero, y ellos serán destruidos para siempre. June perderá (la custodia del hijo)... y la carrera de Michael estará acabada”.
“¿Esto le ayudará (al niño)? Preguntó Schwartz.
“Eso no tiene importancia para mi” respondió Chandler. “Va a ser más grande que todos nosotros juntos. Todo esto va a estrellarse contra todos y destruir a todo el mundo a la vista. Va a ser una masacre si no obtengo lo que quiero”.
En lugar de ir a la policía, lo que parecería la acción más apropiada hablando de un supuesto abuso de menores, Chandler fue a un abogado. Y no cualquier abogado. Él fue hacia Barry Rothman. “Este abogado que he encontrado, he elegido al más sucio que podría encontrar”.
Chandler dice en la conversación con Schwartz. “Todo lo que quiere hacer es lanzar esto al público lo más rápido posible, lo más grande que pueda, y humillar a cuanta más gente posible. Es sucio, es malo, es muy listo, y está hambriento de publicidad” (A través de su abogado, Wylie Aitken, Rothman declinó ser entrevistado para este artículo. Aitken aceptó contestar a preguntas generales limitadas al caso Jackson, pero solo de aspectos que no se refirieran a Chandler o al chico).
Para conocer a Rothman, dijo un colega que trabajó con él durante el caso Jackson, y que guardaba un diario de lo que Rothman y Chandler hablaron e hicieron en la oficina de Rothman, es para creer que Barry podría haber “inventado todo un plan. Esto (hacer acusaciones contra Michael Jackson) está dentro del límite de su carácter, para hacer algo así.” Información proporcionada por los clientes anteriores de Rothman, socios y los empleados revelan un modelo de manipulación y engaño.
Rothman practica la abogacía en Century City. Una vez, el negoció contratos musicales y de conciertos para Little Richard, los Rolling Stones, los Who, ELO y Ozzy Osbourne. Discos de oro y platino conmemoran aquellos días colgados de las paredes de su oficina. (...) Para un ex-empleado, Rothman es “un demonio” con un “temple terrible”. Su más querida posesión, es su Rolls-Royce Corniche de 1977, con matrícula “BKR 1”.
Con el paso de los años, Rothman se ha hecho demasiados enemigos (...) “Tiene fama de ser un profesional que no paga a casi nadie” concluía el investigador Ed Marcus (en un reportaje archivado en la Tribunal Superior de Los Angeles, como parte de una demanda contra Rothman), después de revisar el perfil del abogado, en el que se listan más de treinta acreedores y acusadores que intentaban procesarle. Además de estar envuelto en más de veinte demandas legales en el Tribunal Superior, en la Comisión del Trabajo se han recibido muchas quejas y acciones disciplinares por tres incidentes que han sido interpuestas contra él en el estado de California. En 1992, fue suspendido por un año, aunque esa suspensión quedó parada y él siguió adelante para probar los cargos.
En 1987, Rothman debía 16.800 dólares por la pensión y los pagos del hijo que tuvo en su anterior matrimonio. A través de su abogado, su ex-esposa, Joanne Ward, trató de poner en peligro las posesiones de Rothman, pero él estuvo de acuerdo en pagar la deuda. Un año después, Rothman todavía no había hecho los pagos, y el abogado de Ward intentó embargar la carísima casa de Sherman Oaks de Rothman. Para su sorpresa, Rothman dijo él ya no poseía la casa; tres años antes, él cedió la propiedad a Tinoa Operations, Inc., una corporación tapadera panameña. Según el abogado de Ward, Rothman alegó que él había tenido 200.000 dólares del dinero de Tinoa en efectivo en su casa una noche cuando fue atracado a punta de pistola. La única manera él podría devolver el dinero a Tinoa era dándoles la casa.
Ward y su abogado sospecharon que el guión entero era una artimaña, pero ellos nunca podrían demostrarlo. Sólo después de que los guardias del alguacil se llevaron el Rolls Royce de Rothman, él empezó a pagar lo que debía.
Documentos archivados en la Tribunal Superior de Los Angeles parecen confirmar las sospechas de Ward y su abogado. Muestra como Rothman creó una elaborada red de cuentas en bancos extranjeros y compañías tapadera, aparentemente para ocultar algunos de sus bienes - en particular, su casa y gran parte de los 531.000 dólares de su venta en 1989.
Las compañías, incluyendo Tinoa, pueden ser atribuidas a Rothman. Él compró una compañía tapadera panameña (existente, pero no operativa) y la reformó de forma que su nombre no apareciera en la lista de funcionarios, él tendría un poder incondicional como abogado, en efecto, dejándole en el mando de mover el dinero dentro y fuera.
Mientras, los empleados de Rothman no cobraron mucho más que su ex-mujer. Decían que a veces tenían que rogar por sus sueldos. Y a veces los cheques desaparecían. El no podía mantener de manera legal a sus secretarias. “Él las rebajaba y humillaba”, dice una. Los trabajadores temporales se llevaban la peor parte. “Podían trabajar durante dos semanas”, añade la secretaria, “entonces los echaba chillándoles y diciéndoles que eran estúpidos. Entonces llamaba a la agencia y les decía que no estaba satisfecho con los trabajadores y que no les pagaría”. Algunas agencias finalmente obraron con sabiduría e hicieron que Rothman pagara por adelantado.
La disciplina de Rothman creció en un conflicto de intereses. Un año antes, Rothman había sido expulsado de un caso por un cliente, Muriel Metcalf, a quien había estado representando en un caso de custodia de un niño; Metcalf más tarde le acusó de engordar la factura. Cuatro meses después de que Metcalf le despidiera, Rothman, sin notificárselo, empezó a representar a la compañía de su marido, Bob Brutzman.
El caso es revelador por otra razón: Muestra como Rothman tenía algo de experiencia negociando con alegaciones de abuso a menores antes del escándalo Jackson. Metcalf, mientras Rothman estaba todavía representándola, había acusado a Brutzman de abusar de su hijo (Brutzman lo negó). El conocimiento de Rothman sobre los cargos de Metcalf le previno para ir a trabajar a la compañía de Brutzman. Una jugada de la que aprendió.
En 1992, Rothman estaba huyendo de numerosos acreedores. Folb Management, una inmobiliaria era una de ellos. Rothman debía a la compañía 53.000 dólares en alquileres e intereses por una oficina en Sunset Boulevard. Folb le demandó, Rothman entonces, declaró que la seguridad del edificio era tan mala que los ladrones pudieron robar por valor de más de 6.900 dólares de su oficina en una sola noche. En el curso del procedimiento, el abogado de Folb dijo al juez. “El Sr. Rothman no es el tipo de persona cuya palabra pueda tomarse con valor”.
En noviembre de 1992, Rothman se declaró legalmente en bancarota, con una lista de trece acreedores - incluyendo Folb Management - con unas deudas totales de 880.000 dólares y ningún recurso reconocido. Después de revisar los papeles de la quiebra, un ex-cliente de Rothman al que había demandado por 400.000 dólares en cuotas legales notó que Rothman no había listado un recurso de 133.000 dólares. El ex-cliente amenazó con acusar a Rothman por “defraudar a sus acreedores” si él no dejaba pasar el pleito. Acorralado, Rothman estaba despedido en cuestión de horas.
Seis meses después de declararse en bancarrota, Rothman transfirió el titulo de propiedad de su Rolls-Royce a Majo, una compañía ficticia que controlaba. Tres días antes, Rothman había nombrado a otra corporación propietaria del coche - Longridge Estates, una subsidiaria de Tinoa Operations, la compañía que ya poseía su casa. En los papeles de la corporación archivados por Rothman, las direcciones de Longridge y Tinoa eran las mismas, 1554 Cahuenga Boulevard - que, si no cambian las cosas, es la dirección de un restaurante chino de Hollywood.
Fue con este hombre, en Junio de 1993, con el que Evan Chandler comenzó a llevar a cabo el “plan certero” al que se refería en la conversación grabada en cinta con Dave Schwartz. Ese mes, Chandler confrontó a su ex-esposa con sus sospechas. “Ella pensó que todo el asunto era una locura” dice su ex-abogado, Michael Freeman. Ella le dijo a Chandler que quería sacar a su hijo de la escuela en otoño para que ambos pudieran acompañar a Jackson durante la gira “Dangerous”.
Chandler montó en cólera y, según varias fuentes, amenazó con hacer pública la evidencia que, según él, tenía de Jackson. “¿Qué padre con dos dedos de frente querría arrastrar a su niño a la luz pública?” le preguntaba Freeman. “Si algo así realmente ocurriera, usted querría proteger a su niño.”
Jackson pidió a su, por entonces, abogado, Bert Fields, que interviniera. Uno de los más importantes abogados en la industria del espectáculo, Fields llevaba representando a Jackson desde 1990 y había negociado para él, con Sony, el mayor contrato discográfico de la historia - con unas ganancias posibles de 700 millones de dólares. Fields contrató al investigador Anthony Pellicano para que le ayudara a sacar las cosas a la luz. Pellicano trabaja al estilo siciliano, siendo ferozmente leal con aquellos a los que quiere pero el más duro y despiadado con sus enemigos.
El 9 de julio de 1993, Dave Schwartz y June Chandler Schwartz pusieron la conversación grabada a Pellicano. “Tras escuchar la cinta durante diez minutos, ya sabía que se trataba de una extorsión”, dijo Pellicano.
El mismo día, se dirigió al apartamento de Jackson en Century City, donde el hijo y su hermanastra estaban de visita. Sin Jackson allí, Pellicano “hizo un contacto visual” con el chico y le hizo, lo que él llama “preguntas muy puntuales”: “¿Te ha tocado Michael alguna vez? ¿Le has visto desnudo en la cama?” La respuesta a todas las preguntas fue no. El chico negó repetidas veces que algo malo hubiera pasado. El 11 de julio, después de que Jackson declinara reunirse con Chandler, el padre del chico y Rothman siguieron adelante con la siguiente parte del plan - ellos necesitaban conseguir la custodia del chico.
Chandler le pidió a su ex-mujer que le dejara al joven para estar con él durante “un periodo de una semana de visita”. Como Bert Fields dijo más tarde en una declaración jurada en el juzgado, June Chandler Schwartz permitió al niño que fuera, basándose en la seguridad de Rothman hacia Fields que dijo que el chico podría volver con ella después de ese tiempo, nunca sospechó que las palabras de Rothman eran falsas y que Chandler no iba a devolverle a su hijo.
Wylie Aitken, ex-abogado de Rothman, dijo que “en esa época (Rothman) dio su palabra, era su intención que el chico fuese devuelto”. De cualquier manera, una vez “él se dio cuenta de que el chico saldría del país (para ir de gira con Jackson), no creo que el Sr. Rothman tuviera otra elección”.
Pero la cronología indica claramente que Chandler sabía que June, la madre del niño, planeaba llevarse al niño de gira. La conversación grabada hecha a principios de julio, antes de que Chandler tomara la custodia de su hijo, también parece verificar que Chandler y Rothman no tenían intención de aprovecharse del acuerdo de visitas. “Ellos (el hijo y la madre) no lo saben todavía”, dijo Chandler a Schwarz, “pero no van a ir a ninguna parte”.
El 12 de julio, un día antes de que Chandler tomara el control sobre su hijo, él tenía un documento firmado por su ex-mujer preparado por Rothman que la prevenía de llevarse al niño fuera del condado de Los Angeles. Eso significaba que el chico no podría acompañar a Jackson en la gira.
Su madre dijo en el juzgado que firmó el documento bajo coacción. Chandler, dijo ella bajo juramento, la había amenazado con que “yo no volvería a tenerlo (al niño) conmigo”. Tuvieron una amarga batalla por la custodia, haciendo aun más oscuro cualquier alegato a algo mal hecho por parte de Jackson. (Desde ese mes de agosto, el muchacho estaba ya viviendo con Chandler.) Fue durante las primeras semanas cuando Chandler tomó el control sobre su hijo - que fue aislado de sus amigos, madre y su padrastro - cuando las alegaciones del muchacho empezaron a tomar forma.
A la vez, Rothman, buscando la opinión de un experto para ayudar a establecer las alegaciones contra Jackson, llamó al Dr. Mathis Abrams, un psiquiatra de Beverly Hills. Por teléfono, Rothman presentó a Abrams una situación hipotética. En respuesta y sin haber conocido ni a Chandler ni a su hijo, Abrams, el 15 de julio, envió a Rothman una carta de dos páginas en las que explicaba que “podría haber razonables indicios de que un abuso sexual hubiese ocurrido”. Es importante lo que él aclaró: si esto se tratara de un caso real y no hipotético, el debería ser requerido por la ley para reportar los hechos al Departamento de Servicios Infantiles del Condado de Los Angeles (DCS).
De acuerdo con un texto incluido el 27 de julio en el diario del colega de Rothman, está claro que Rothman estaba guiando a Chandler en el plan. “Rothman escribió una carta a Chandler avisándol de como informar sobre el abuso del niño sin la intervención del padre” dice el diario.
Llegados a este punto, todavía no se había hecho ninguna demanda o acusación formal, solo aserciones veladas que se habían entrelazado con una batalla de custodia feroz. Sin embargo, el 4 de agosto de 1993, las cosas se pusieron muy claras. Chandler y su hijo se reunieron con Jackson y Pellicano en una suite del Westwood Marquis Hotel. Al ver a Jackson, dice Pellicano, Chandler le dio un abrazo afectuoso al cantante (un gesto, dicen algunos, que desmentiría las sospechas del dentista acerca de que Jackson había abusado de su hijo), entonces metió la mano en su bolsillo, sacó la carta de Abrams y empezó a leer pasajes. Cuando Chandler llegó a las partes sobre el abuso del niño, el muchacho, dice Pellicano, agachó la cabeza y miró a Jackson con una expresión de sorpresa, como diciendo “yo no dije eso”. Cuando la reunión se acabó, Chandler apuntó con su dedo a Jackson, dice Pellicano, y advirtió “voy a arruinarte”.
Después de una reunión con Pellicano en la oficina de Rothman esa tarde, Chandler y Rothman pidieron lo que querían de Jackson, 20 millones de dólares.
El 13 de agosto, había otra reunión en la oficina de Rothman. Pellicano regresó con una contraoferta - un contrato para escribir un guión de cine por 350.000 dólares.
Pellicano dice que él hizo la oferta como una manera para resolver la disputa de la custodia y darle una oportunidad de pasar más tiempo con su hijo trabajando juntos en un guión a Chandler. Este rechazó la oferta. Rothman hizo una contra oferta - un contrato para tres guiones o nada - que fue rechazada. En el diario del ex-colega de Rothman, una anotación del 24 de agosto, revela la desilusión de Chandler: “Casi tenía un trato de 20 millones de dólares” le decía a Rothman con contundencia.
Antes de que Chandler tomara el control de su hijo, el único que hacía alegaciones contra Jackson era él mismo - el muchacho nunca había acusado al cantante de cualquier mal. Eso cambió un día en la consulta dental de Beverly Hills.
En presencia de Chandler y Mark Torbiner, anestesiólogo dental, al muchacho se le administró Amytal, una droga sódica muy polémica - algunos creen equivocadamente es un suero de verdad.
Y fue después de esta sesión cuando el muchacho hizo su primera acusación contra Jackson. Un periodista a KCBS-TV, en L.A., informó el 3 de mayo de 1994 que Chandler había usado la droga con su hijo, pero el dentista explicó que él tan sólo hizo para sacarle un diente y que, bajo la influencia de la droga, el muchacho hizo las alegaciones. Preguntado para este artículo por su uso de la droga en el muchacho, Torbiner contestó: “Si yo lo usé, fue para propósitos dentales”.
Dados los hechos sobre Amytal de sodio y el reciente caso en el que está involucrada la droga, las alegaciones del muchacho, según varios expertos médicos, debe tomarse como poco creíbles, si no altamente cuestionable. “Es una medicación psiquiátrica en la que no puede confiarse para debatir un hecho," dice el Dr. Resnick, psiquiatra de Cleveland. “Las personas son muy manipulables bajo sus efectos. Las personas dirían cosas bajo el Amytal de sodio que son descaradamente falsas". El Amytal de sodio es un barbitúrico, una droga invasiva que pone a las personas en un estado hipnótico cuando se inyecta en forma intravenosa.
Principalmente administrado para el tratamiento de amnesia, su primera aparición llegó con la Segunda Guerra Mundial, aplicada a soldados traumatizados - algunos en los estados catatónicos -por los horrores de guerra. Estudios científicos hechos en 1952 revelaron a la droga como un suero de la verdad pero en cambio, demostraron sus riesgos: pueden implantarse recuerdos falsos fácilmente en aquellos pacientes bajo su influencia. “Es bastante posible implantar una idea con el mero hecho de formular una pregunta”, dice Resnick. Pero sus efectos son, aparentemente, aún más insidiosos: “La idea puede convertirse en su memoria, y los estudios han mostrado que incluso cuando se les dice la verdad, ellos jurarán en sobre una pila de Biblias que ocurrió” dice Resnick.
Recientemente, la fiabilidad de la droga se volvió un problema durante un juicio en el Condado de Napa, California. Después de sufrir numerosas sesiones de terapia, en las que por lo menos una de ellas estuvo incluido el uso de Amytal de sodio, Holly Ramona de 20 años, acusó a su padre de abusar de ella cuando era niña. Gary Ramona, negó el cargo con vehemencia y demandó al terapeuta de su hija y al psiquiatra que habían administrado la droga. Este último mayo, los jueces estaban al lado de Gary Ramona, el padre, creyendo que el terapeuta y el psiquiatra podían haber reforzado recuerdos que eran falsos. Gary Ramona fue el primer precedente legal con exitoso de lo que se llamó “Fenómeno de la represión de la memoria" esto ha producido miles de alegaciones de abusos sexuales durante la última década.
En cuanto a la historia de Chandler sobre usar la droga para sedar a su hijo durante la extracción de un diente, parece muy dudoso que utilizara esa droga por costumbre. “Es absolutamente una droga psiquiátrica”, dice Dr. Kenneth Gottlieb, un psiquiatra de San Francisco que ha administrado Amytal de sodio a los pacientes de amnesia. Dr. John Yagiela, coordinador de la sección de anestesia para el control el dolor de la escuela de cirugía dental de Ucla, agrega, “es raro que sea usada para sacar un diente. No tiene ningún sentido cuando alternativas mejores y más seguras están disponibles. No sería mi opción”.
Debido a los efectos potenciales del Amytal de sodio, algunos doctores sólo lo administran en un hospital. “Yo nunca usaría una droga que deja a una persona inconsciente a menos que no haya ninguna otra droga disponible”, dice Gottlieb. “Y yo no la usaría sin el equipo de resurrección, por si ocurriera un caso de reacción alérgica, y sólo con la presencia un anestesiólogo titulado”.
Chandler, al parecer, no siguió estas pautas. Él usó el procedimiento en su propio hijo, en su consulta, y confió en el anestesiólogo dental Mark Torbiner como experto. (Fue Torbiner que presentó a Chandler y Rothman en 1991, cuando Rothman necesitaba un trabajo dental.)
La práctica de Torbiner parecía haberle dado mucho éxito. “Él alardeaba de que ganaba 1.000 dólares al mes y ganaría 40.000 dólares en el mes siguiente” dijo Nylla Jones, una anterior paciente. Torbiner no tiene consulta para ver a los pacientes; más bien, él viaja a las consultas dentales alrededor de la ciudad dónde él administra a la anestesia durante los procedimientos.
Esta revista descubrió que la Administración Americana sobre la Droga está sondeando otro aspecto de las prácticas de Torbiner: Él administra las drogas por teléfono - principalmente morfina y Demerol - no sólo post operatoriamente a sus pacientes dentales sino también, al parecer, a aquellas personas cuyo dolor no tiene nada que ver con el trabajo dental. Llegaba a las casas de sus clientes - algunos de ellos, famosos - llevando una especie de caja de aparejos de pescador que contiene drogas y jeringuillas. Durante un tiempo, la placa de matricula de su Jaguar era “SLPYDOC”.
Según Jones, Torbiner cobra 350 dólares por una visita de diez o veinte minutos. En lo que Jones describe como una práctica normal. Cuando no está claro cuánto tiempo necesitará quedarse Torbiner, el cliente, debía firmar un cheque en blanco para que Torbiner rellene la cantidad apropiada.
Torbiner no siempre tuvo tanto éxito. En 1989, fue descubierto mintiendo y se le pidió que se fuera de Ucla dónde trabajaba de profesor auxiliar en la escuela de cirugía dental. Torbiner había pedido tomarse medio día libre para atender una fiesta religiosa, pero fue descubierto trabajando en una consulta dental.
Chequeando las credenciales de Torbiner con el Colegio de Examinadores Dentales indica que él está restringido por ley a administrar las drogas solamente para procedimientos dentales. Pero hay evidencias claras de que él no ha observado esas restricciones. De hecho, al menos en ocho ocasiones, Torbiner administró anestesia general a Barry Rothman, durante un procedimiento de trasplante de pelo. Aunque normalmente se haría con anestesia local inyectada en el cuero cabelludo, “Barry tiene mucho miedo del dolor”, dijo el Dr. James De Yarman, el médico de San Diego que realizó los trasplantes de Rothman, “que [él] quiso ser sedado completamente”. De Yarman dijo que le parecía “asombroso” que ese Torbiner fuera un dentista, después de haber asumido desde el principio que él era un A.T.S.
En otro caso, Torbiner visitó la casa de Nylla Jones, dice ella, y le inyectó Demerol paliar el dolor que siguió a su apendectomía.
El 16 de agosto, tres días después de que Chandler y Rothman rechazaron el acuerdo de escribir un guión por 350.000 dólares, la situación se fue precipitando. En presencia de June Chandler Schwartz, Michael Freeman notificó a Rothman que presentaría en el juzgado los papeles a la mañana siguiente temprano, lo que obligaría a Chandler a devolver al muchacho.
Reaccionando rápidamente, Chandler llevó a su hijo a Mathis Abrams, el psiquiatra que proporcionó a Rothman su valoración en la hipotética situación de abuso. Durante una sesión de tres horas, el muchacho alegó que Jackson había mantenido una relación sexual con él. Él habló de masturbación, besos, tocamiento de pezones y sexo oral. No hubo, sin embargo, ninguna mención acerca de una penetración, hecho que se podría haber verificado por un examen médico, corroborando así la evidencia.
El siguiente paso era inevitable. Abrams, que es requerido por la ley para informar acerca de tal imputación a las autoridades, llama a un asistente social a la Sección de Servicios Infantiles, que a su vez avisan a la policía. La investigación a gran escala sobre Michael Jackson estaba a punto de empezar.
Cinco días después de que Abrams llamara a las autoridades, los medios de comunicación airearon el asunto de la investigación. El domingo por la mañana, el 22 de agosto, Don Ray, un reportero independiente de Burbank, estaba durmiendo cuando su teléfono sonó. El interlocutor, uno de sus soplones, dijo que se había emitido la orden para investigar el rancho y el apartamento de Jackson. Ray vendió la historia a KNBC-TV de Los Angeles, que irrumpió con el asunto en las noticias a las 4 p.m. del día siguiente.
Después de eso, Ray “vi como toda esta historia se marchó como un tren de carga”, explica él. En las siguientes veinticuatro horas, Jackson era la principal historia en 73 telediarios solamente en el área de Los Angeles y estaba en portada de todos y cada uno de los periódicos británicos. La historia de Michael Jackson y el chico de 13 años se volvió un frenesí de histeria injustificada con la línea entre el tabloide y medios de comunicación serios virtualmente eliminada.
La magnitud de las alegaciones contra Jackson no fue conocida hasta el 25 de agosto. Una persona de dentro del Departamento de Protección del Menor filtró ilegalmente una copia del informe de abuso a Diane Dimond del programa sensacionalista Hard Copy. En cuestión de horas, la oficina del servicio de noticias británico en Los Angeles también consiguió el informe y empezó a vender las copias a cualquier reportero que pagara 750 dólares. Al día siguiente, el mundo supo sobre los detalles gráficos en el informe filtrado. “Mientras estaban acostados en la cama, el Sr. Jackson puso su mano bajo los calzoncillos (del niño)” había escrito el asistente social. De ahí, pronto se dedujo que publicar cualquier cosa sobre Jackson sería jugar limpio.
“La competición entre las organizaciones de las noticias se puso muy feroz”, le decía el reportero Conan Nolan a KNBC “las historias no estaban comprobándose. Esto estaba siendo muy desafortunado”.
El National Enquirer puso a veinte reporteros y editores a trabajar en la historia. Un equipo fue llamando a 500 puertas en Brentwood intentando encontrar a Evan Chandler y a su hijo. Usando las cámaras, finalmente lo hicieron, tomaron a Chandler en su Mercedes negro. “Él no era un hombre feliz. Pero yo si lo era”, dijo Andy O'Brien, un paparazzi de tabloides.
Después llegaron los acusadores - los ex-empleados de Jackson. Primero, Stella y Philippe Lemarque, ex-cuidadores de la casa de Jackson, intentaron vender su historia a los tabloides con la ayuda de corredor de bolsa Paul Barresi, antes estrella del porno. Ellos pidieron medio millón de dólares pero solo consiguieron vender una entrevista a The Glove of Britain por 15.000 dólares. Los Quindoys, una pareja filipina que había trabajado a Neverland, continuaron. Cuando inicialmente pidieron 100.000 dólares, dijeron “la mano estaba fuera de los pantalones del niño” dijo Barresi al productor de Frontline, un programa de PBS. “En cuanto el precio suba a 500.000 dólares, la mano pasará a estar dentro de los pantalones. Así que venga”. El bufete de abogados del distrito de L.A. concluyó que ambas parejas eran inútiles como testigos.
Luego aparecieron los guardaespaldas. Pretendiendo pertenecer al periodismo más elevado, Diane Dimond de Hard Copy dijo a Frontline a primeros de noviembre del año pasado, que su programa era “Limpísimo en esto. Nosotros no pagamos dinero en absoluto por esta historia”. Pero dos semanas después, un contrato de Hard Copy reveló que estaban negociando un pago de 100.000 dólares a cinco ex-guardias de seguridad de Jackson que estaban planeando presentar un pleito de 10 millones de dólares alegando terminación injusta de sus contratos.
Con el trato vigente, dos de los guardias aparecían en el programa el 1 de diciembre; ellos habían sido despedidos, según dijo Dimond a los espectadores, porque “ellos sabían demasiado sobre la extraña relación de Michael Jackson con los chicos jóvenes”. En realidad, como sus declaraciones bajo el juramento revelaron tres meses después, estaba claro ellos nunca habían visto realmente a Jackson hacer algo impropio con el hijo de Chandler o cualquier otro niño: “Entonces ¿usted no sabe nada sobre el Sr. Jackson y [el muchacho], no?” preguntó uno de los abogados de Jackson al guardia de seguridad Morris Williams bajo juramento.
-¿Pero a parte de lo que alguien más puede haber dicho, usted no tiene conocimiento de primera mano sobre Sr. Jackson y [el muchacho], no?”
“Correcto”
“¿Ha hablado usted con algún un niño que le ha dicho alguna vez que el Sr. Jackson hizo algo impropio con él?”
“No”
Cuando preguntado por el abogado de Jackson que de dónde había sacado sus impresiones, Williams contestó “Sólo de lo que yo he estado oyendo en los medios de comunicación y lo que yo he experimentado con mis propios ojos”
“De acuerdo. Aquí quería llegar. ¿Usted no experimentó nada con sus propios ojos, no es cierto?”
“Correcto, nada”
(El pleito de los guardias, fue archivado en marzo de 1994, y todavía está pendiente mientras este artículo es publicado.)
Luego llegó la sirvienta. El 15 de diciembre, Hard Copy presentó “El doloroso secreto de la sirvienta de habitaciones”. Blanca Francia dijo a Dimond y a otros reporteros que ella había visto a Jackson
desnudo en la duchas y el Jacuzzi mientras se bañaba con los chicos jóvenes. Ella también le dijo a Dimond que había sido testigo de ver a su propio hijo en posiciones comprometidas con Jackson - una acusación que los grandes jurados aparentemente nunca encontraron creíble.
Una copia del testimonio jurado de Francia revela que Hard Copy le pagó 20.000 dólares, y que Dimond había comprobado que las demandas de la mujer eran falsas. Bajo las preguntas de un abogado de Jackson, Francia admitió ella nunca vio realmente a Jackson ducharse con nadie ni lo había visto desnudo con los niños en su Jacuzzi. Reconoció que siempre llevaban puesto sus bañadores.
Esta cobertura, dice Michael Levine, un representante de prensa de Jackson, “seguida por una vista de un proctológica del mundo. Hard Copy es aborrecible. El tratamiento vicioso y vil de este hombre en los medios de comunicación estaba condicionado por razones egoístas. [Incluso] si usted nunca ha comprado un disco de Michael Jackson en su vida, usted estaría muy interesado. La sociedad está construida en los muy pocos pilares. Uno de ellos es la verdad. Cuando ustedes la abandonan se convierte es una cuesta resbaladiza”.
La investigación de Jackson que, en por octubre de 1993 crecería para involucrar a, al menos, doce detectives de Santa Barbara y el condado de Los Angeles, fue instigado en parte por las percepciones de un psiquiatra, Mathis Abrams no especializado en abusos a menores. El informe de Abrams al asistente social de la Protectora de la Infancia dice “se siente el niño está diciendo la verdad”. En una era de extendidos y a menudo falsas demandas de abusos a niños, policías y fiscales deben dar gran peso al testimonio de psiquiatras, terapeutas y asistentes sociales.
La policía se llevó las agendas telefónicas de Jackson durante el registro de sus residencias en agosto e interrogó a cerca de treinta niños y a sus familias. Algunos, como Brett Barnes y Wade Robson, dijeron que ellos habían compartido la cama de Jackson, pero como el resto, dieron la misma contestación - Jackson no había hecho nada incorrecto. “La evidencia era muy buena para nosotros”, dice a un abogado que trabajó en la defensa de Jackson. “La otra parte no tenía nada, excepto una gran boca”.
A pesar de la escasa evidencia que inducía a creer que Jackson era culpable, la policía incrementó sus esfuerzos. Dos funcionarios volaron a los Filipinas para intentar confirmar la historia de “la mano en los pantalones” de los Quindoys, pero al parecer, no le dieron credibilidad. La policía también empleó técnicas investigadoras agresivas - incluyendo mentiras contundentes según se alegó - para presionar a los niños en hacer las imputaciones contra Jackson. Según varios padres que se quejaron a Bert Fields, los funcionarios les dijeron inequívocamente que sus niños habían sido molestados, aunque los niños negaron a sus padres que algo malo hubiera pasado. “La policía”, se quejaba Fields en una carta dirigida al Jefe de Policía de Los Angeles, Willie Williams, “también ha asustado a los jóvenes con mentiras ultrajantes, como 'Tenemos fotografías tuyas desnudo' cuando por supuesto, no existen tales fotografías”. Un funcionario, Federico Sicard, dijo al abogado Michael Freeman que él mismo había mentido a los niños a los que había entrevistado y les había dicho que de pequeño también abusaron de él, dijo Freeman. Sicard no respondió a la invitación para ser entrevistado para este artículo.
Desde el principio, June Chandler Schwartz rechazó los cargos que Chandler estaba haciendo contra Jackson - hasta una reunión con la policía a finales de agosto de 1993. Los funcionarios Sicard y Rosibel Ferrufino hicieron a una declaración que empezó cambiar a su mente. “[Los funcionarios] admitieron que sólo tenían a un muchacho”, dice Freeman que asistió a la reunión “pero ellos dijeron, 'estamos convencidos de que Michael Jackson abusó de este muchacho porque él encaja perfectamente en el perfil clásico de un pedófilo”.
“No tiene nada que ver con un perfil clásico. Ellos cometieron un error completamente tonto e ilógico”, dice el Dr. Ralph Underwager, un psiquiatra de Minneapolis que ha tratado a pedófilos y víctimas de incesto desde 1953. Jackson, cree él, “fue clavado” debido a “conceptos erróneos como los que han convertido esto en un circo, en una era de histeria”. En verdad, como muestra un estudio del Departamento Americano de Salud y Servicios Humanos, muchas alegaciones de abuso a niños - el 48 por ciento ellas fueron archivadas en 1990 - han demostrado ser infundadas. “Era simplemente una cuestión de tiempo antes de alguien como Jackson se volviera un objetivo” dice Phillip Resnick. “Él es rico, raro, pasa el tiempo alrededor de los niños y hay una fragilidad en él. La atmósfera es tal que una acusación debe significar que ocurrió”.
Las semillas de pago fuera de los juzgados ya se estaban mostrando aunque la investigación policíaca continuó en ambos condados a durante el otoño de 1993. Y la batalla en segundo plano entre los abogados de Jackson para tomar el control sobre el caso, que finalmente alteraría el curso de la defensa, había empezado.
Por entonces, June Chandler Schwartz y Dave Schwartz se habían unido con Evan Chandler contra Jackson. La madre del muchacho, dicen muchas fuentes, tuvo miedo de lo que Chandler y Rothman podrían hacer si ella no estaba de su lado. Ella temía que intentaran alegar un cargo contra ella por abandono paternal y por haber permitido a su hijo dormir con Jackson. Su abogado, Michael Freeman, a su vez, resignado y disgustado, declaró después que “todo el asunto era un enorme enredo. Yo me sentía incómodo con Evan. Él no es una persona genuina, y me di cuenta de que no estaba llevando las cosas con rectitud”.
Durante estos meses, los abogados de ambos no actuaron, fueron despedidos mientras discutían por de la mejor estrategia a tomar. Rothman dejó de ser el abogado de Chandler a finales de agosto de 1994, cuando Jackson hizo una acusación de extorsión contra los dos. Ambos contrataron a los más caros abogados de defensa criminal para representarlos. (Rothman se quedó con Robert Shapiro, ahora jefe de abogados de O.J. Simpson).
La investigación en los cargos de extorsión fue superficial porque, según una fuente, “la policía nunca se lo tomó en serio. Pero podrían haberse hecho muchas más cosas.” Por ejemplo, al igual que ellos habían hecho con Jackson, la policía debería haber buscado pruebas e investigar en las casas y oficinas de Rothman y Chandler. Y cuando ambos hombres, a través de sus abogados, rechazaron ser interrogados por la policía, se debería haber emplazado a un gran jurado.
A mediados de septiembre, Larry Feldman, un abogado civil que fue director de la Asociación de Abogados de Los Angeles, empezó a representar al hijo de Chandler e inmediatamente tomó mando de la situación. Él interpuso una demanda de 30 millones de dólares de pleito civil contra Jackson lo que demostraría ser el principio del fin.
Una vez las noticias del litigio se extendieron, los lobos empezaron alineándose a la puerta. Según un miembro del equipo legal de Jackson, “Feldman recibió docenas de cartas de todos los tipos de personas que decían haber sido molestadas por Jackson. Ellos fueron por todos ellos intentando encontrar a alguien, y ellos encontraron cero”.
Con la posibilidad de cargos criminales contra Jackson ahora sobrevolando, Bert Fields contrató a
Howard Weitzman, un conocido abogado criminal con una cartera de clientes de alto nivel - incluyendo a John DeLorean cuyo juicio ganó, y Kim Basinger cuya disputa por el contrato de Boxing Helena perdió. (También, durante un corto tiempo ese mes de junio, Weitzman fue abogado de O.J. Simpson). Algunos predijeron que pronto habría un problema entre los dos abogados. No había sitio para que dos abogados tan fuertes hiciesen su propio espectáculo.
Desde el día que Weitzman se unió al equipo de defensa de Jackson, “él estuvo hablando de cerrar mediante pago” dice Bonnie Ezkenazi, un abogado que trabajó para la defensa. Con Fields y Pellicano todavía en el mando de la defensa de Jackson, adoptaron una estrategia agresiva. Ellos creyeron herméticamente en la inocencia de Jackson y juraron luchar contra los cargos en el juicio.
Pellicano empezó a recoger evidencias para utilizar durante el juicio, que se fijó para el 21 de marzo de 1994”. “Ellos tenían un apoyo muy débil”, dice Fields. “Nosotros quisimos luchar. Michael quiso luchar y pasar por un juicio. Sentíamos que nosotros podíamos ganar”.
La decisión dentro del campamento de Jackson se aceleró el 12 de noviembre, después de que el portavoz de Jackson anunció durante una conferencia de prensa que el cantante cancelaba el resto de su gira mundial para entrar en el programa de rehabilitación para tratar su dependencia a los analgésicos. Fields comentó a los reporteros que Jackson era “escasamente capaz para funcionar adecuadamente en un nivel intelectual”. Otros en el lado de Jackson pensaron que era un error retratar al cantante como incompetente. “Era importante”, dijo Fields, “decir la verdad. [Larry] Feldman y la prensa tomaron la posición de que Michael se estaba intentando esconder. Pero no era así”.
El 23 de noviembre, la fricción alcanzó el máximo. Basado en información que él dijo recibir de Weitzman, Fields contó a una sala del tribunal llena de reporteros que una acusación delictiva contra Jackson parecía inminente. Fields tenía una razón para hacer la declaración: Intentaba retardar el juicio civil del muchacho estableciendo que había un caso criminal inminente que debía juzgarse primero. Fuera de la sala del tribunal, los reporteros preguntaron que por qué Fields había hecho el anuncio a lo que Weitzman contestó esencialmente que Fields “se hacía daño él solo”. El comentario enfureció Fields, “porque no era cierto” dijo. “Era simplemente un ultraje. Yo estaba muy disgustado con Howard”. Fields envió una carta de dimisión a Jackson la semana siguiente.
“Estaba este inmenso grupo de personas, todos queriendo hacer una cosa diferente, y era como andar a través de melaza para conseguir una decisión”, dijo Fields. “Era una pesadilla, y yo quise salir de ese infierno”. Pellicano, que había recibido su parte de crítica por su manera agresiva de trabajar, dimitió al mismo tiempo.
Con Fields y Pellicano fuera, Weitzman contrató a Johnnie Cochran Jr., un conocido abogado civil que está actualmente defendiendo a O.J. Simpson. Y regresaba John Branca a quien Fields habían reemplazado como consejero general de Jackson en 1990. A finales de 1993, se reunieron los condados de Santa Barbara y Los Angeles para emplazar a los grandes jurados con el fin de evaluar si debían presentarse los cargos delictivos contra Jackson, la estrategia de la defensa cambió su curso y la charla de cerrar el caso civil fuera del juzgado empezó a tomarse en serio, aunque su nuevo equipo también creía en la inocencia de Jackson.
¿Por qué la parte de Jackson estaría de acuerdo acabar fuera del tribunal, haciendo cuestionables sus demandas de inocencia y poniendo las evidencias contra él? Sus abogados, al parecer, decidieron que había muchos factores que defendían el hecho de sacar el caso de la vía civil. Entre ellos, estaba el hecho que la fragilidad emocional de Jackson sería puesta a prueba por los opresivos medios de comunicación que probablemente minarían día tras día al cantante durante un proceso que podría durar no menos de seis meses. Problemas políticos y raciales también habían rezumado en procedimientos legales - particularmente en Los Angeles, que todavía se estaba recuperando del caso Rodney King - y la defensa temió no se pudiese contar con que el tribunal administrara una sentencia justa. Había también, un jurado racialmente mezclado al que tener en cuenta. Como dijo uno de los abogados “Figuraban hispanos que podrían mostrar resentimiento hacia Jackson por su dinero, negros que mostrarían resentimiento por intentar ser blanco, y los blancos cuyos problemas girarían alrededor del caso de los abusos”. En la opinión de Resnick, “La histeria es tan grande y el estigma [de abuso a un menor] es tan fuerte, que no hay ninguna defensa contra él”.
Los abogados de Jackson también se preocuparon por lo que podría pasar si un juicio criminal fuera lo siguiente, particularmente en Santa Barbara cuya comunidad es principalmente blanca, de clase media-alta conservadora. De cualquier manera que lo miraba la defensa, un juicio civil era jugársela demasiado. Llegando a un acuerdo de pago, dicen las fuentes, los abogados pensaron que se podrían adelantar a un juicio criminal, a través de un acuerdo tácito en el que Chandler estaría de acuerdo en evitar que su hijo testificara.
Otras personas cercanas al caso dicen que la decisión probablemente tenía que ver con otro factor - las reputaciones de los abogados. “¿Usted puede imaginar lo que le pasaría a un abogado que perdiera el caso Michael Jackson?” dice Anthony Pellicano. “No había ninguna manera para que los tres abogados salieran ganadores a menos que pactaran fuera del juzgado. La única persona que perdió es Michael Jackson”. Pero Jackson, dice Branca, “cambió a su forma de pensar [acerca de llevar el caso a los tribunales] cuando volvió al país. Él no había visto la cobertura masiva que había dado al caso y la gran hostilidad que había. Él solo quería que todo se acabara”.
Por otro lado, la relación entre los miembros de la familia del muchacho se habían hecho más amargas. Durante una reunión en la oficina de Larry Feldman a finales de 1993, Chandler, según dice una fuente, “completamente ido, golpeó a Dave [Schwartz]”. Schwartz, divorciándose de June por aquellos tiempos, fue inhabilitado para la toma de decisiones que afectaron a su hijastro, y él se resintió con Chandler por llevarse al muchacho y no devolvérselo.
“Dave se volvió loco y le dijo a Evan que todo esto había sido un caso de extorsión, en ese momento Evan que estaba de pie, se tiró sobre Dave y empezó a golpearle” cuenta una segunda fuente.
A cualquiera que viviera en Los Angeles en enero de 1994, había dos temas principales de discusión - el terremoto y el pago de Jackson. El 25 de enero, Jackson estaba de acuerdo en pagarle una suma no revelada al muchacho. El día de antes, los abogados de Jackson habían retirado los cargos de extorsión contra Chandler y Rothman.
La cantidad real del pago nunca se ha revelado, aunque la especulación ha puesto la suma alrededor de 20 millones de dólares. Una fuente dice que Chandler y June Chandler Schwartz recibieron 2 millones de dólares cada uno, mientras el abogado Feldman podría haberse llevado un 25% en cuotas de contingencia. El resto del dinero está ingresado a crédito del muchacho y se pagará bajo la vigilancia de un comisario designado por los tribunales.
“Recuerden, que este caso siempre fue por dinero”, dice Pellicano, “y Evan Chandler hizo mucho daño para conseguir lo que quería”. Como Chandler todavía tiene la custodia de su hijo, esto significa que lógicamente el padre tiene el acceso a cualquier dinero que su hijo obtenga.
A finales de mayo de 1994, Chandler dejó la cirugía dental finalmente. Había cerrado su consulta de Beverly Hills, citando la fatiga continuada que le hicieron sufrir los partidarios de Jackson. Según las condiciones del pago, Chandler, aparentemente, tiene prohibido escribir sobre el asunto, pero su hermano, Ray Charmatz, estaba intentando conseguir un contrato para publicar un libro según informes recibidos.
En lo que puede resultar ser el caso nunca acabado, este último agosto (1994), Barry Rothman y Dave Schwartz (dos principales jugadores que quedaron fuera del pago) interpusieron demandas civiles contra Jackson. Schwartz mantiene que el cantante fue el causante de la ruptura de su familia.
El pleito de Rothman es por difamación y calumnias por parte de Jackson, así como su equipo de la defensa original - Fields, Pellicano y Weitzman - para las alegaciones de extorsión. “El cargo [de extorsión]”, dijo Aitken, el abogado de Rothman, “es totalmente falso. El sr. Rothman ha quedado en un ridículo público, fue objeto de una investigación delictiva y sufrió por ello una pérdida de ingresos”. (Probablemente, algunos de esos ingresos perdido serían la cuota que él habría recibido de haber podido continuar como abogado de Chandler en el momento del pago.)
En cuanto a Michael Jackson, “él está siguiendo con su vida”, dice el publicista Michael Levine.
Ahora casado, Jackson grabó recientemente tres nuevas canciones para incluir en un álbum de grandes éxitos y completó un nuevo video-clip llamado “History”
¿Y qué se fue de la masiva investigación de Jackson? Después de que los fiscales y departamentos de la policía de dos jurisdicciones se gastaran millones de dólares y después de que dos grandes jurados interrogaran a cerca de 200 testigos, incluyendo a 30 niños que conocieron a Jackson, no pudo encontrarse un solo testimonio que corroborara la acusación. (En junio de 1994, intentando todavía encontrar a un testigo que lo corroborara, tres fiscales y dos detectives de la policía volaron a Australia para interrogar de nuevo a Wade Robson, el muchacho que había reconocido que durmió en la misma cama con Jackson. Una vez más, el muchacho dijo que nada malo había pasado).
Las únicas alegaciones contra Jackson, entonces, siguen siendo aquéllas hechas por un joven, y sólo después de que al muchacho le hubiese sido administrada una potente droga hipnótica, dejándolo susceptible al poder de sugestión.
“Yo encontré el caso sospechoso”, dice el Dr. Underwager, el psiquiatra de Minneapolis, “precisamente porque la única evidencia vino de un solo muchacho. Eso sería muy improbable. Los pedófilos reales tienen un promedio de 240 víctimas en su vida. Es un desorden progresivo. Ellos nunca están satisfechos”.
Dada la mínima evidencia contra Jackson, parece improbable él hubiese sido declarado culpable en caso de haber llegado a los tribunales. Pero en el tribunal de la opinión pública, no hay ninguna restricción. Las personas son libres especular cuando ellos quieran, y la excentricidad de Jackson lo hace vulnerable a la probabilidad de que el público haya asumido lo peor sobre él.
¿Así que es posible que Jackson no haya cometido ningún crimen - y sea lo que él siempre ha pretendido, ser un protector y no un pederasta? El abogado Michael Freeman piensa que: “Yo siento que Jackson no hizo nada malo y estas personas [Chandler y Rothman] vieron una oportunidad y lo programaron todo. Creo que todo fue por dinero”. Ante algunos observadores, la historia de Michael Jackson ilustra el peligroso poder de las acusaciones, contra las que no hay a menudo ninguna defensa - particularmente cuando las imputaciones involucran un abuso sexual a un niño.
Para otros, algo más está ahora claro - la policía y la fiscalía millones de dólares para crear un caso cuyo fundamento nunca existió.
[Mary A. Fischer es una escritora de GQ con base en Los Angeles.]
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