Durante una carrera de cuatro décadas, el ex policía de California Larry Allison se ocupó de muchos de los famosos más notables de Hollywood.
A la derecha, Larry Allison, Liza Minnelli, y el jefe de seguridad de MJ; Michael La Perruque; son capturados en esta foto tomada en la fiesta de la boda de Minnelli en la ciudad de Nueva York, 2002. Nota la brocha que Jackson está usando. Allison la compró en una joyería en una tienda de regalos en el “Park Avenue” por 12,50 dólares, justo antes del evento.
Actualmente se trabaja como policía a tiempo parcial en Watertown, pero un día trabajó con clientes como Nicole Kidman, Michael Jackson, Jack Nicholson, Andy Griffith, Aaron Spelling, Will Smith y Robin Williams.
"Tuve la oportunidad de ir a Los Ángeles en 1999. Dejé el trabajo de hombre de la ley para trabajar en una agencia que se ocupaba de varios famosos y comencé trabajando en la casa de Will Smith para protegerla y cuando se separaron Tom Cruise y Nicole Kidman, me asignaron trabajar para ella". Cuando Kidman salió del país para grabar una película, Allison recibió una oferta de trabajo de un amigo suyo, Michael La Perruque, jefe de seguridad de Michael Jackson.
"Me subí a bordo y viajé con Michael Jackson durante unos 11 meses. Fue divertido. Era una persona muy interesante, y conocí a gente muy interesante y lo disfruté" recuerda Allison, que se afeitó el bigote para complacer al Rey del Pop.
Otra imagen de Michael con la brocha:
"Él pensaba que intimidaba mucho con mi mostacho y me preguntó si me lo podía afeitar. Fue la mayor temporada que he pasado sin mostacho".
Una de las incidencias más memorable durante su tiempo con el cantante ocurrió en 2002 unas horas antes de que la boda de su amiga, la cantante Liza Minnelli. Jackson llamó a Allison y le pidió que comprara un broche para ponerse en el evento.
"Estábamos alojados en el Palace Hotel de New York pero allí no tenían nada. Bajé corriendo por Park Avenue entrando y saliendo de tres o cuatro tiendas de regalos, al final compré uno por $12.50 (10 euros), y le encantó. Me dijo, 'Oh, es genial. Me encanta. Lo has hecho muy bien”.
"Es divertido porque estoy seguro de que la gente que viera aquel broche pensaría que era posiblemente una pieza de Harry Winston de un millón de dólares, y costó $12.50 en una tienda de souvenirs en Park Avenue" ríe Allison.
Créditos: mjhideout, wilsonpost