Por: ♥Anaitat♥Twittear
La visita de Michael Jackson a la Casa Blanca el 5 de abril de 1990, vista desde dos perspectivas diferentes.
“A veces, lo que parece importante no lo es, y lo que parece normal, es algo verdaderamente especial”.
En 1990, yo trabajaba en la Casa Blanca como ayudante especial del presidente George Bush. Un día, un miembro del personal llamado Joe Watkins llevó de visita a Michael Jackson.
Tengo que explicar que la carrera del artista estaba en declive y nadie hizo mucho caso de esta visita, además todo el mundo estaba tan ocupado que dejamos que Joe le diera una vuelta por allí. Había pasado mucho tiempo desde 1984 en el Rose Garden de Ronald Reagan, en pleno apogeo de Jackson.
Y en 1988, el entonces vicepresidente George Bush tuvo un evento propio con él en la Casa Blanca. De modo que sí, respetábamos y admirábamos genuinamente a Michael Jackson, pero había cosas así todo el tiempo y todos estaban muy ocupados.
Yo mismo estaba ese día ocupado con un grupo de estudiantes franceses. Teníamos un evento preparado en la Indian Treaty Room, en el edificio del ejecutivo donde el vicepresidente Dan Quayle les iba a recibir y dar un breve discurso. Mi esposa es francesa e iba a traducir para el vicepresidente, y estaba nerviosa, lo que me hizo ponerme nervioso yo también. Estaba totalmente preocupado.
Bien, pues justo cuando íbamos a abrir las dos grandes puertas y presentar al vicepresidente, que estaba esperando en la habitación contigua, uno de los estudiantes miró hacia la otra puerta del pasillo del edificio de oficinas del ejecutivo, y vio a Joe Watkins paseando con Michael Jackson a su lado.
¡Michael Jackson!, gritó.
Y los estudiantes franceses salieron corriendo de la habitación todos a una hacia el vestíbulo. Rodearon a Jackson pidiéndole autógrafos, sonriendo y riendo mientras las cámaras estallaban en flashes.
Joe Watkins estaba radiante.
Yo estaba con el ayudante del vicepresidente, que estaba estupefacto. Acababa de perder a su público. ‘¿Qué está pasando?’
‘Es Michael Jackson’, le dije.
‘Y este es el vicepresidente de los Estados Unidos’, replicó enfadado.
Hubo una pausa incómoda. El tiempo del vicepresidente era bastante importante.
‘Estos chicos nunca han oído hablar de Dan Quayle’, le expliqué amablemente, ‘pero sí conocen a Michael Jackson’.
‘¿Me estás diciendo que estos estudiantes universitarios no conocen el nombre del vicepresidente de los Estados Unidos?’
‘Bueno’, le respondí con malicia, ‘¿tú conoces el nombre del vicepresidente de Francia?’
El ayudante me miró frunciendo el ceño.
‘Nada más que añadir’.
Por supuesto, era una pregunta con trampa, porque no hay vicepresidente en Francia. No existe ese puesto en el gobierno francés.
Esperamos pacientemente a que la marea se retirara y el vicepresidente ofreció amablemente su discurso a los estudiantes, pero estos estaban todavía resplandecientes y ufanos de satisfacción, con sus cámaras repletas y sus cabezas ya preparando las historias que contarían de vuelta a casa.
Y así fue, ese día perdí la oportunidad de conocer a Michael Jackson, o de conseguir su autógrafo para mis hijos, pero, por si alguien está interesado, tengo un montón de fotos firmadas por Dan Quayle”.
Doug Wead
“Yo era un redactor en la revista Spin en los años 90, y estaba cubriendo este evento de la Casa Blanca con Michael Jackson, el 5 de abril de 1990, fue una de mis primeras tareas como escritor. El Capital Children Museum honraba a Jackson como "Artista de la Década" un premio humanitario.
Fue una escena surrealista. Mi primera visión de Jackson llegó cuando apareció brevemente con su traje pseudo militar en un balcón de la Casa Blanca hablando con el vicepresidente Dan Quayle (daría cualquier cosa por haber estado en esa conversación). Finalmente, Jackson llegó hasta el Jardín de las Rosas para enfrentarse a la prensa, acompañado por el presidente George Bush y Bárbara Bush.
"Esto es lo que llamamos una oportunidad para tomar fotos", bromeó Bush con Jackson, antes de presentarle a la prensa.
"Esto es lo que llamamos una oportunidad para tomar fotos", bromeó Bush con Jackson, antes de presentarle a la prensa.
"Sólo quería dar la bienvenida a Michael Jackson aquí", anunció Bush, su voz casi ahogada por el sonido de un helicóptero persistente. "Él está haciendo un buen trabajo, lo que llamamos "Puntos de Luz". Sólo quería traerlo aquí y oficialmente darle la bienvenida a la Casa Blanca una vez más. Me alegro de que esté aquí, señor. Muy contento de que esté aquí".
Jackson sonrió y estrechó la mano de Bush en dos ocasiones, pero nunca dijo una palabra.
Cuando la limusina de Jackson comenzó a alejarse, le pregunté a través de su ventana entreabierta si tenía algunas palabras para los lectores de Spin, él se inclinó y susurró: "Los quiero a todos..."
Cuando la limusina de Jackson comenzó a alejarse, le pregunté a través de su ventana entreabierta si tenía algunas palabras para los lectores de Spin, él se inclinó y susurró: "Los quiero a todos..."
Mark Blackwell
Créditos: 1
