Por: ♥Anaitat♥
Gracias a los fans de Costa Rica por la noticia...es una bellísima interpretación.
¡Hasta Michael Jackson se puso la roja! En el día más glorioso del fútbol tico la Orquesta Filarmónica de Costa Rica irrumpió en medio del bullicio callejero y recordó al Rey del Pop en un tributo que se vio teñido por el orgullo, el sentimiento y los colores patrios.
“Gracias por venir. Sé que llegar aquí era tan difícil como ganarle a Italia. Sé además que muchos quisieran estar viendo la repetición del partido, pero bueno”, bromeó Marvin Araya –director de la Filarmónica– que aquella noche tenía un show de lujo para hacer olvidar por completo el “sacrificio”.
En la voz En J. P. Castillo (rojo) recae el peso vocal de King, tributo de la Orquesta Filarmónica a Michael Jackson. Él canta en doce piezas.
En la voz En J. P. Castillo (rojo) recae el peso vocal de King, tributo de la Orquesta Filarmónica a Michael Jackson. Él canta en doce piezas.
Con pícaros e inquietos bailarines, intensas coreografías y seis voces que sobrepasaron las expectativas, Jackson y su legado musical fueron ovacionadas a cinco años de su llorada muerte.
Con el montaje King y el patriotismo a flor de piel, la Filarmónica encantó a base de su acostumbrado talento, ritmo desbordante y la garganta privilegiada de J. P. Castillo, cantante tico que vino desde Los Ángeles para robarse el show.
La noche. Faltaban 15 minutos para que empezara el show y la estampa era más que particular. Pitos, gritos y mil sonrisas viajaban del Parque Central hasta el interior del Melico Salazar. Adentro la escena era muy patriótica: chonetes, camisetas y hasta banderas postradas en los atriles esperaban por la nostalgia musical.
Un fragmento del famoso video que la Filarmónica produjo para la Sele provocó las primeras ovaciones de la noche ¡fue como cantar gol! Luego vino Beat It , This Place Hotel , Wanna Be Startin' Something y Human Nature , para recordar que también había que aplaudir y gozar por otro: el Rey del Pop.
J. P. Castillo movía su cuerpo emulando al 'robótico' Jackson y su voz le hacía segunda. Los bailarines del grupo Hans-Pro –de break dance–, lo acompañaron en la complicadísima tarea: con ágiles movimientos y mil piruetas sobre las tablas se robaron las miradas.
La infaltable Charlene Stewart, y su potente voz, llegaron para roquear. Ella interpretó Rock With You con toda la energía que por tradición inyecta, para luego dar paso a Bora. –¿Cómo a Bora?
Desde la gradería un grito de “¡Esoooo Bora! ”Se escuchó fuerte para recibir a Luis Montalberth-Smith, de Gandhi, que como protagonista de la película Italia 90 , de Miguel Gómez, ya se ganó el mote. El teatro estalló en risas, él sonrío.
Montalbert-Smith cantó Don’t Stop ‘til You Get Enough con regular tino, sobre todo porque en esta pieza los de Hans-Pro aparecieron de nuevo robándole cada minuto de protagonismo.
Sentimiento. A una espectadora de 35 años se le salía una lágrima. No era para menos: la jovencita Imani Campbell prestó su dulce y encantadora voz para cantar I’II Be There , de los Jackson Five.
Imágenes del grupo infantil que vio a crecer al Rey del Pop completaron una escena conmovedora.
En un juego seductor, Brenda Castillo y J. P. Castillo subieron la temperatura con The Way You Make Me Feel , para luego ponerse deliciosamente románticos con I Just Can’t Stop Loving You.
Por su parte, Montalbert-Smith cerró la primera parte del show con She’s Out of My Life , y J.P. Castillo hizo lo suyo con Smooth Criminal.
Éxtasis. La noche no podía estar completa sin la rebelde Bad , ni sin la tierna Ben . Para ese par, Stewart y Campbell estuvieron providencialmente ahí.
Stewart repitió ovaciones con Black or White y calentó el recinto para la eternamente clásica Billie Jean. Esta pieza prendió a la gente en las butacas, llenando la vista con coreografías que tuvieron su mejor momento en Shake Your Body.
La interpretación de Earth Song suscitó escalofríos, el ensamble de la instrumentación con las voces de J. P. Castillo, Brenda y Stewart fue sencillamente épico.
Y como si faltara exudar más patriotismo vino esto: “Existe algo que en este país se practica todos días, un país que desde hace 60 años no tiene ejercito, mi país. Costa Rica”, dijo emotivo J. P. Castillo, que envuelto en la bandera tica hizo la introducción de Heal the World .
El zarpe vino de la mano de unos zombis y una legendaria chaqueta roja. ¡Cómo no!, era Thriller, ritmo, terror y pleitesía. Los ticos en Brasil fueron ‘la muerte’ y el Melico la celebró a lo grande, junto al Rey.