Mucha mujer para ti, Michael
Madonna y Michael Jackson coquetearon por fines mercantiles en la primavera de 1991. A ella le divertía poner cara de leona y hacer como que se lo iba a comer. A él, no se le ocurría decir nada mejor que 'ay, quita, pesada'.
Jackson y Ciccone, en los Oscar de 1991. Jackson y Ciccone, en los Oscar de 1991.
A comienzos de marzo del año 1991, Madonna recibió un recado de la poderosa Warner Brothers. La canción 'Sooner or later' de Stephen Sondheim, que la diva había cantado en su disco 'I'm breathless', podía ganar el Oscar a la mejor canción. El endeble tema, tan al gusto del 'lobby' de Hollywood, aparecía en la película 'Dick Tracy', ese engendro de cinta que se le había ocurrido al reciente amante de Madonna, Warren Betty, en uno de sus peores días. Madonna llegó a cantar el tema en español, con el título de 'Tarde o temprano' y letra adaptada por Rubén Blades.
A Madonna, la canción le importaba un bledo, ni siquiera le gustaba. Consciente de que era una nadería, la cantante tuvo que incorporar al disco, con urgencia, 'Vogue', que al cabo de tantos años, sigue siendo mi canción favorita de Madonna de todos los tiempos. Pero, amigo, la cadena ABC le había sugerido al Warner que Madonna defendiera su canción en la ceremonia de los Oscars del 26 de marzo. Y eso no sólo excitaba a Madonna sino que, además, la armaba de argumentos para pedirle más dinero al Warner en la próxima renovación de su contrato.
Madonna no tuvo que gastar mucho su imaginación para dar con la imagen con la que acudiría a los Óscar: la idea sería convertirse en Marilyn Monroe, que ya estaba en el paisaje de la cantante. Su última gira se había llamado 'La ambición rubia' y no era la primera vez que imitaba a la Monroe. Madonna vivía obsesionada con la imagen de uno de los mayores íconos de Hollywood. En su álbum, 'Like a virgin', en el tema 'Material girl', había 'fusilado' la aparición de Marilyn Monroe cuando cantaba el tema 'Diamonds are a girl's best friend', en su fantástica película 'Los caballeros las prefieren rubias', del año 1953.
Así que en la gala, la señora Ciccone volvió a imitar a Marilyn con aquella perversa canción y aquel vestido blanco de gran escote, con estola blanca de piel y diamantes. Sólo le faltaba una pareja para acudir a los Oscar. Y entonces, Madonna utilizó su escandaloso sentido de la oportunidad y del espectáculo y su prosaico sentido sensacionalista de directora de cualquier tabloide amarillo. Siempre se dijo que Madonna hubiera podido ser la perfecta directora que el magnate Murdoch soñaba para el ahora difunto 'News of the World'.
Lo primero que pensó la cantante fue en hacerse acompañar por su ex-amante Warren Betty, pero desde que el actor la amenazó con llevarla a los tribunales por el trato recibido en la película 'En la cama con Madonna', la relación se había deteriorado notablemente. Además, 'Dick Tracy' le parecía una solemne porquería. Tampoco le convencía la posibilidad de utilizar a su último amante, Tony Ward. Madonna acababa de tener un aborto y lo suyo atravesaba un bache.
Pero la opción perfecta la tenía muy cerca, más cerca de lo que ella se pensaba. Su nuevo director de operaciones, su mánager y primer consejero era en ese momento Freddy DeMann, el ejecutivo que acababa de dejar los negocios de Michael Jackson. A Madonna de le ocurrió lo que parecía una idea perversa y maravillosa. Sería increíble convencer a Michael Jackson para que fuera su acompañante en la noche más grande del cine. En aquellos días, a Michael sólo se le veía con niños.
Freddy DeMann sólo necesitó tres llamadas para convencer al "rey del pop". La cita para organizar los preparativos y la estrategia se concretó para el día 18 de marzo, con una cena en el restaurante Ivy, en el Robertson Bouoleward, en Beverly Hills.
Para romper el hielo, Madonna decidió recoger a Michael Jackson. Incluso llegaron a pelearse por quién debía conducír. Finalmente, Michael cedió y fue Madonna quien lo llevo al Ivy.
Desde un primer momento, Madonna ejerció el papel de depredadora, casi de dominátrix, como si quisiera llevar aquella incipiente relación hacia un terreno de sadomasoquismo. Así que a las primeras frases de conversación, Madonna extendió el brazo y le quitó a Michael las gafas negras que llevaba puestas. Incluso las lanzó al otro lado del salón y se quedaron rotas. Madonna le llegó a decir:
-Ahora eres realmente mi hombre, porque puedo verte tus ojos.
Michael Jackson no daba crédito.
Pero el momento más crítico para la moralidad un tanto hipócrita de Michael fue cuando, unos 20 minutos después de iniciada la cena, Madonna sorprendió a Michael mirándola ensimismadamente el gran escote que llevaba la cantante. Con su típica sonrisa lasciva, la misma que habíamos visto en su película 'En la cama...', Madonna le cogió la mano derecha a Michael y se la metió entre sus pechos. Michael, asombrado, empezó a sentirse molesto con la situación. Madonna le preguntó:
-¿Que te parecen mis tetas?
Michael retiró la manó del escote bruscamente. Madonna no paraba de reírse.
Dimantes para la eternidad
Lo siguiente que hizo Madonna fue dejar caer un trozo de pan dentro de su escote. A continuación, lo rescató y se lo comió lascivamente. Se dice que la “reina del pop" quiso llevarse a Michael aquella misma noche a un club de transexuales para ver cómo reaccionaba. Pero no está documentada esa supuesta visita a las calderas de Hollywood.
La siguiente aparición pública de la pareja ya fue en la ceremonia de los Oscar. Madonna se puso aquel famoso traje blanco escotado del modisto Rob Mackie. Lucía además joyas por valor de 20 millones de dólares, prestadas por Harry Winston. A su lado, como su pareja, un espectacular Michael Jackson con su aparatoso traje blanco de lentejuelas, a juego con un enorme broche de diamantes, guantes y botas de 'cowboy', con las puntas de oro auténtico. Estuvieron juntos durante toda la ceremonia, menos cuando Madonna se convirtió en Marylin revivida para interpretar la dichosa canción 'Sooner o later'. Michael le trajo suerte, porque el tema ganó el Oscar, aunque Madonna no le correspondía recogerlo. Los fastos fueron para Stephen Sondheim, el autor.
Madonna y Michael acudieron después a la fiesta más pomposa e importante tras los Oscar. Como era costumbre, se celebraba en el hoy desaparecido restaurante Spago, en Sunset Boulevard, casi frente a la tienda de discos Tower Records. Fueron la sensación para todos los invitados. Pero el embrujo duro poco: de repente, Madonna vio a Warren Beatty y se fue directamente hacia él, pese a que el actor estaba con Stephanie Seymour, su pareja en esos momentos. Había que ver la cara y los gestos de sorpresa de Michael Jackson cuando lo dejó solo en aquella fiesta en la que muchos ojos estaban clavados en ellos.
Afortunadamente para el 'rey del pop', 'Dirty Diana', es decir su mentora Diana Ross, salió al rescate y se acercó al cantante. Para más ridículo, Madonna a la vista de Michael, mordisqueaba la oreja de Warren, le besaba el cuello y se restregaba contra él. Madonna dijo semanas más tarde que sólo quería darle celos a Michael con su antigua pareja, pero que Michael le parecía muy blando y que ni siquiera se acercó a rescatarla. Diana Ross le hizo decir a Michael que Madonna "era una hortera”, Michael desapareció de la fiesta del Spargo y se fue definitivamente a su Neverland, a Los Olivos.
Hay pruebas de que Madonna llamaba diariamente a Michael, a pesar del desencuentro tras los Oscar. Según Madonna, la gracia consistía en hablarle a Michael de sexo y de amores todo el tiempo. Para Jacko aquello eran conversaciones sucias y poco artísticas.
Freddy De Mann cuenta que Michael y Madonna se vieron entre cuatro o cinco veces durante el mes de abril. Michael estaba obsesionado con los videos y quería que Madonna apareciera en uno de ellos, en una de las canciones del nuevo disco que estaba terminando, al que le había puesto el nombre de 'Dangerous', el primero que había grabado sin Quincy Jones.
Al parecer, Madonna escuchó la mayoría de las canciones de 'Dangerous' que no iban a aparecer hasta el mes de noviembre. Y siempre decía lo mismo:
-"Mira, si vamos a hacer juntos algo, no quiero una de tus puñeteras canciones tontas de amor. Tiene que ser algo provocativo.Algo escandaloso. De otra forma, no haré nada contigo".
Madonna seguía de dominátrix con Michael, de modo que sólo transigiría participar en algo que fuera absolutamente indecente. Así que le puso la canción 'In the closet' (En el armario), que casi estaba terminada. Madonna le dijo que en unos días le llamaría para decirle cómo se podía producir la canción y el vídeo.
Cuando volvió a llamar Madonna y le contó a Michael lo que había pensado, el rey del pop empezó a sudar y a tener temblores. El plan de Madonna consistía en que ambos salieran del armario, ella vestida de hombre y él, el mismísimo Michael Jackson, vestido de mujer. Michael dijo que necesitaba algún tiempo para pensárselo. Consultó con su hermana Janet que le dijo que aceptara las condiciones de Madonna, porque nadie esperaría algo así de Michael. Sería una forma de burlarse de la propia Madonna. Finalmente, a pesar del consejo de Janet, Michael no aceptó. Ni siquiera volvió a llamarla para decirle que no aceptaba disfrazarse de mujer, o más bien de prostituta, como le había sugerido Madonna.
Finalmente, el cantante decidió que la parte de Madonna en 'In the closet' la cantara la Princesa Estefanía de Mónaco, que hacía unos años había tenido un relativo éxito con el tema 'Ouragan'. En los créditos de 'Dangerous' apareció con el nombre de "Mystery Girl", aunque en el video, finalmente, apareció y cantó su parte la modelo Naomi Campbell, tal como había sugerido el realizador del vídeo, el fotógrafo de moda Herb Ritts. Y, no, no fue un gran escándalo como hubiera querido Madonna.
Mas de un año después, Joaquin Luqui y yo mismo entrevistamos a Madonna en Milán, antes de la publicación de su nuevo disco, llamado ‘Erótica’. Nos contó que su relación con Michael había sido cariñosa, pero que Michael era como un niño y no quería a su edad preocuparse de quitar y limpiar pañales. También nos contó como incluso le mandó a Michael a su dos bailarines José y Luis, de origen hispano, para que le ayudaran a "salir del armario" a Michael . Sin embargo, reconoció que nunca consiguió lo que quería de Michael. Jamás pudo llevarlo a su cama, como había hecho con mucho otros. En su opinión, Michael Jackson jamás actuó con ella como un ser humano, como una persona normal.
Estoy casi seguro de que en su canción 'Erotica', Madonna hablaba de aquel Michael.
Seré tu ama esta noche / Me gustaría ponerte en trance / Si te tomo por atrás / Entraré en tu mente / Cuando menos te lo esperes / Tratarás y y lo rechazarás / Si estoy a cargo y te trato como a un niño / Te volverás salvaje / Deja que tu boca vaya donde quiere / Ríndete, haz lo que digo / Ríndete y déjame hacerlo a mi manera
O.o Un artículo carnavalezco como las fechas acuales...