Encontré un hermoso artículo en un blog que quise compartir con ustedes, de alguien que aunque sea fans de Prince hace relucir su comparación neutra y fantástica que la verdad me encantó...lo único que quizá sea bueno es antes aclarar que Mike puso a su hijo Prince porque es un nombre que viene de generación en generación en su familia, su abuelo se llamaba Prince y también su bisabuelo...En fin espero que lo disfruten, es genial y pareceía algo triste que algunos no lo hayan leído.
Equiparar a dos genios de la música siempre resultará insatisfactorio y odioso. Más aún cuando la comparación se ha realizado tantas veces: desde especialistas musicales hasta el más sencillo aficionado, durante los años 80 quien más quien menos tenía algo que decir respecto a las semejanzas y diferencias entre Prince y Michael Jackson (MJ). Conscientes de que se trata de un tema manido para todas aquellas personas que superan ampliamente los 25 años, y sabedores del peligro de caer en una anacronía sin sentido, nos arriesgaremos a analizar el estado de la cuestión. Para ello, trataremos de profundizar en algunos rasgos de la vida y obra de estos dos personajes que apenas pueden concebirse el uno sin el otro. No en vano, lo normal y quizá más adecuado sea confundirlos.
Antes de empezar, nos declaramos fans obsesionados de Prince, cuya música estaremos escuchando durante todo el proceso de redacción de estas líneas. Por favor comprendan la subjetividad inherente, que no buscada, de nuestro artículo. Consideramos que la unión de estos dos artistas trasciende el plano musical, y por ello no queremos entrar en polémicas subjetivas sobre cuál de los dos tiene más talento. Aclaremos finalmente que la palabra clave de esta tesis es "destino".
AÑO 1958: El nacimiento. Prince nace el 7 de junio en Minneapolis; y unos meses después, el 29 de agosto, MJ nace en Gary (Indiana). Primera semejanza, de carácter circunstancial: dos niños estadounidenses que vienen al mundo el mismo año. Un géminis y un virgo: en teoría, ambos signos zodiacales poseen gran facilidad para la comunicación al estar regidos por el planeta Mercurio. Prince será el primogénito de dos hermanos y MJ será el séptimo hijo de nueve.
AÑOS 60: El aprendizaje. MJ triunfa cantando y bailando canciones del momento con sus hermanos, los Jackson 5. Es el más pequeño, pero gracias a su carisma y a su voz prodigiosa lidera el grupo, tanto en el estudio como en el escenario, con apenas cinco años. Prince empieza a aprender a tocar instrumentos, como el piano y la guitarra, alentado por su padre. Previsiblemente, Prince escuchaba a los Jackson 5 por aquella época.
AÑOS 70: La adolescencia. Prince empieza a tocar en diversos grupos de su ciudad, al tiempo que funda varias formaciones locales. En 1978, con apenas veinte años, graba su primer disco: "For you". Producido, compuesto, ejecutado y arreglado por él mismo en su totalidad, un joven Prince se mostraba capaz de dominar más de 23 instrumentos distintos. No obstante, la repercusión de su música no pasa de las listas del R&B. MJ va adquiriendo personalidad independiente y, tras alternar grabaciones con los Jacksons y tres discos en solitario en el sello Motown, en 1979 se lanza a la aventura con la ayuda de Quincy Jones. Su disco "Off the wall" se convertirá en un clásico: el single "Don´t stop till you get enough", según algunos expertos, será homenajeado por el mismo Prince más de veinte años después en un concierto. Hasta este momento, MJ conocía plenamente el éxito y había estado apoyado y guiado por los mejores productores musicales. Prince va ascendiendo poco a poco, y con varios tropezones.
AÑOS 80: La plenitud. MJ cumple su destino y se transforma en el músico más reconocido y admirado de la década. Su disco "Thriller" (1982) bate todos los récords y se convierte en el más vendido de todos los tiempos. Michael llegará a ser en un icono en todo el mundo: un nuevo modelo global, un ejemplo a seguir tanto artística como humanitariamente. Se le reconoce tanto su capacidad innata para la música y la danza como su dulzura de carácter y sus labores benéficas. Por su parte, Prince consigue un Óscar por "Purple rain" (1984) y grandes alabanzas de la crítica especializada. A medida que van pasando los años, Prince conquista nuevas fronteras y logra que se le conozca en Europa. En seguida es comparado con MJ. Ambos provenían de la música negra, poseían orígenes humildes y habían revolucionado el mercado con su obra. Todo lo que tocaban, más tarde o más temprano, se volvía oro. En 1987, el año en que Prince compuso su mejor disco de siempre ("Sign "O" the times"), se rumoreó que trabajarían juntos para una canción del próximo álbum de MJ: "Bad". También se ha dicho que MJ bailó al son de la canción "It`s gonna be a beautiful night", de Prince, en uno de sus conciertos. Desde entonces, muchos son los fans que hemos soñado con el encuentro, hasta ahora inédito, de los dos astros indiscutibles de la década de los 80. Su influencia, tanto en la música como en la armonía vocal, el baile o la composición de videos musicales, dejaría una huella indeleble que aún no se ha cubierto. Podemos afirmar que la noción de súper estrellas, en el sentido de mantener la estela de conjugar popularidad y calidad como hicieron en su momento Elvis y The Beatles, se acabaría con ellos. La única estrella de los 90, Kurt Cobain, moriría joven: su suicidio, en cierto modo, nos dejaría con la miel en los labios. En el nuevo milenio, sufriendo o disfrutando la posmodernidad, puede intuirse que ya no existe el concepto de súper estrella.
Años 90: La consolidación y la caída. Durante los primeros años de los 90, Prince amplía su público por Europa y otros continentes. Aunque comienza la década en buena forma, sus problemas con Warner Bros le llevarán poco a poco a declararse en rebeldía. Cambia su nombre por un símbolo impronunciable (O(+>), pinta en su mejilla la palabra "Esclavo" y saca discos por cuenta propia. Su búsqueda de libertad creativa y su lucha contra las grandes compañías discográficas le pasaron factura: la crítica le dio de lado, varios fans se hastiaron de tanta productividad y su figura quedó en completo descrédito. A fines de los 90, Prince y su cambio de nombre provocaban más burlas que veras. MJ también empezó fuerte la década con un gran disco como "Dangerous", pero sus excentricidades y sus continuas operaciones quirúrgicas dañaron terriblemente su imagen. Lo peor fueron las acusaciones de abusos sexuales a niños. Entre la completa desfiguración de su cara y la sospecha de que su cariño hacia los menores encubría un asunto más turbio, la credibilidad de su cordura mental quedó en entredicho. En apenas una década, los dos artistas pasaron de héroes envidiados a figuras ridiculizadas. Los 90 supusieron, para ambos, una época de crisis vital y de escasa aceptación social. Aunque las canciones y los conciertos seguían estando a un nivel desbordante, el cambio generacional no favoreció a ninguno de los dos. La incomprensión general dejó su impronta y la diferencia entre las ambiciones desmesuradas y los resultados llevados a la práctica, desembocaron en un lastre enorme para ambos tanto en el aspecto económico como en la consideración de los críticos. Pese a que MJ y Prince crecieron personalmente y asumieron nuevos riesgos artísticos, los 90 revelaron de forma cruel que bajo los destellos de los 80 había también desesperación y fracaso. Y que los genios pueden ser tan vanguardistas como anacrónicos.
El nuevo milenio: El olvido y la resurrección. En la siguiente década, MJ publica el estupendo álbum "Invincible", que obtuvo muy poca repercusión mediática y muchas menos ventas de lo esperado. Vuelve a ser denunciado por abuso a menores, aunque de nuevo se le declara inocente. Se convierte en un recluido extraño, ocultando a sus tres hijos de los medios de comunicación, rodeado de misterio y de rumores poco alentadores. Vive exclusivamente del amor incondicional de sus fans, que ya no se multiplican como antaño. Muchos adolescentes desconocen que los bailes y la imagen de sus ídolos actuales están inspirados, si no copiados, de las enseñanzas de Michael. Mejor panorama no le espera a Prince, cuya introversión se confunde con desaparición. Hasta hace relativamente poco, hubo gente en España que pensaba que había muerto. Sin embargo, escondido en Estados Unidos, se dedica a realizar grandes discos experimentales y maduros, apoyados exclusivamente por giras exquisitas. Poco a poco, parece que ambos artistas van despertando del letargo social y empiezan a encontrar el reconocimiento de los cantantes jóvenes: así lo atestiguan las declaraciones de Beyoncé, Justin Timberlake, Outkast, Pharrell y Alicia Keys, entre otros. En cierto modo, vuelven a ponerse de moda. Su legado está ahí y sigue creciendo.
El futuro: Las ventas de los nuevos álbumes de Prince han crecido espectacularmente en los últimos tres años y MJ sacará un disco pronto. Hay esperanza, viendo que el tiempo pone a cada uno en su lugar. Ambos han aprendido de los errores del pasado y no han perdido su creatividad ni las ganas de hacer música. Todavía tienen mucho que dar al mundo del pop, próximos a cumplir los cincuenta. La base de sus fans permanece irreductible. Pronosticamos que ambos músicos morirán el mismo año. Confiemos en que dicha fecha llegue muy tarde.
La confrontación (II)
Segunda Parte
“Aftershow”: la confrontación
Prince y Michael Jackson
No sólo la trayectoria vital y artística de ambos cantantes posee cierto paralelismo. Si indagamos en otros detalles, también podemos encontrar similitudes y diferencias curiosas:
- COLOR CARACTERÍSTICO: El color de Prince es claramente el púrpura, símbolo de la melancolía y de cierta nobleza artística. Es el color vaporizado y suave que le representa, fácilmente identificable con su persona desde el disco "Purple rain" hasta los detalles de su vestimenta. MJ no tiene un color propio: o, dicho de otra manera, sus tonos oscilan entre el blanco y el negro. "Black or white" son colores más radicales, que definen los grandes contrastes vividos por el artista: nadie sabe si es blanco o negro, bueno o malo, heterosexual o gay, hombre o mujer, humano o dios... Significativamente, estos opuestos simbólicos son casi los mismos que aparecen en la canción "Controversy", de Prince.
- GENIALIDAD: MJ es un genio con las letras mayúsculas. Innovador en la música y en el baile, ha sabido pasar de niño prodigio a talento adulto con una facilidad pasmosa. Como los más grandes, ha recibido tanta admiración como incomprensión. Su música no tiene parangón en ninguna época y puede decirse que por sí mismo constituye un estilo musical y una nueva forma de cultura. No sólo es el "rey del pop", sino que sencillamente equivale al pop. Prince es un genio de otra manera, no menos grande. Como uno de los pocos multi-instrumentalistas virtuosos que hay en el mundo, destaca por su increíble habilidad para pasearse por todos los estilos musicales: rock, pop, funky, jazz, electrónica, blues, reagge, rap, soul, new age, acid-techno... no se le resiste ni la música latina ni la clásica. Y a cada género musical imprime un sello intransferible, absolutamente "Prince". Podemos resumir la genialidad de ambos sugiriendo que MJ ha creado con su arte una nueva categoría estética y que Prince encarna simplemente "la música".
- ASPIRACIONES: Es difícil saber cuáles son las ambiciones ocultas de estos dos astros. Tal vez, Prince aspira a ser el mejor y a convertirse en la estrella indiscutible. Desde niño, siempre ha querido superar sus complejos a través de la música. MJ, por contra, posiblemente aspira a ser una persona normal. Prácticamente desde que nació, ha sido reconocido como un talento prodigioso y como el número 1. Nunca ha conocido el anonimato ni la sobriedad de una vida normal.
- MARGINACIONES Y COMPLEJOS: MJ ha sufrido la marginación de los elegidos, de las flores raras que se depositan en un museo por su belleza. MJ era un niño guapo y dulce, y de forma natural se convirtió en el joven más envidiado del mundo: un modelo de cómo conjugar equilibrio emocional y talento desbordante. Sin embargo, su aislamiento y la exigencia ajena de ofrecer siempre lo máximo de sí mismo, provocaron como contrapartida una transformación dolorosa. Lo tenía todo y casi todo lo perdió: entre enfermedades y operaciones, se ha alejado de los cánones de belleza. Inexplicablemente, tenía complejos profundos que desembocaron en males mayores y que con el tiempo se reflejarían en un rostro desfigurado. Prince, por su parte, desde muchacho ha sufrido terriblemente por su baja estatura. Sin embargo, da la impresión de que ha logrado superar sus complejos gracias a la inteligencia. Sus operaciones han sido más progresivas y estudiadas; y a la larga favorecedoras, como en el caso del arreglo de sus dientes. Los tacones, aparte de problemas de caderas, dieron glamour a su imagen. Pocos como él han sabido explotar un físico tan poco prometedor. Jugó con la ambigüedad y con el maquillaje, destacando sus virtudes y disimulando sus defectos. Aunque en cierto modo se parezca a Cantinflas o a Charles Chaplin, que poco tienen de sex-symbols, a nadie le sorprende que Prince haya sido nombrado el vegetariano más sexy del año 2006.
- MIL CARAS: Si algo tienen en común Prince y MJ, debemos hablar de la versatilidad de su imagen. Han cambiado tanto y tantas veces, que resulta muy difícil quedarnos con una sola foto de ellos. Prince ha jugado además con los pseudónimos, cambiando varias veces de nombre (Jamie Starr, Alexander Nevermind, The Kid, Christopher Tracy, Camille, Tora Tora, The Artist...) para reflejar su múltiple personalidad. No quiere que se le ubique; la libertad creativa exige que su música esté por encima del sonido de su nombre. MJ siempre ha sido Michael Jackson, pero con aspectos tan variados que resulta inevitable el aturdimiento de sus seguidores. Ha sometido su cara a un experimento quirúrgico increíble, quizá con el propósito de alejarse de las facciones caracterizadoras de la humanidad. Tal vez ahí resida su particular venganza hacia el mundo, llevando al pie de la letra todo lo que se dice sobre él. Acaso nos esté desafiando, murmurando algo así: "decís que soy un ídolo, un mito: no me dejáis ser un hombre. Bien, demostremos que no tengo cara ni ningún otro atributo humano". Al fin y al cabo, tener mil caras implica no tener ninguna.
- RAZA: En principio, MJ nació negro. Más allá del vitíligo que posiblemente sufre, MJ parece querer alejarse de las identificaciones raciales. Injustamente se le ha tachado de racista, porque su filosofía y su trayectoria indican un amor altruista a todos los seres. Seguramente, MJ quiere mostrarnos la inutilidad de dividir a las personas en razas o etnias. La raza, como dice su palíndroma "azar", es absolutamente arbitraria y no posee significado verdadero. Prince nació mestizo, por lo que no tuvo que transformarse físicamente para defender su propuesta básica de diversidad y heterogeneidad. Su combate ha sido otro. Al no ser blanco ni completamente negro, en sus principios tuvo que luchar mucho para conseguir la aceptación del público afroamericano del R&B. Más tarde, cuando logró el reconocimiento mayoritario, de nuevo tuvo que demostrar que no había abandonado sus raíces negras y creó el polémico "Black album". A menudo había sido tachado de traidor de su etnia original, y de ahí que en los 90 se volcara tanto en el funky y en el hip hop. Últimamente se ha concienciado mucho con la opresión que han vivido los afroamericanos en Estados Unidos: simbólico fue su acto de pintarse en la mejilla la palabra "Slave"; y significativa la publicación de discos de influencia gospel, como el genial "The rainbow children", o de canciones políticamente reivindicativas en álbumes como "One nite alone...", "One nite alone... live!" y "Musicology".
- DELGADEZ: Hay que admitir que los dos cantantes están en los huesos. Entre que practican el vegetarianismo extremo y lo mucho que se mueven con sus bailes, resulta imposible parecer más delgado. Sus fisonomías, de por sí, son fibrosas y atléticas. La delgadez imprime un carácter etéreo a sus figuras, al tiempo que fortalece los rasgos femeninos y ambiguos de ambos. Los acerca a la nobleza y los aleja de la vulgaridad, en cierto modo. Los kilos de menos, junto al aclaramiento de sus pieles por el maquillaje, desembocan en un gran parecido físico. MJ se parece a Prince y Prince se parece a MJ, hay que reconocerlo. La confusión, en este sentido, es lícita.
- ALTURA: Se trata de un aspecto poco relevante, pero resulta curioso que MJ mida oficialmente 1´75 y Prince 1`57. Los números 5 y 7 se entrelazan como un quiasmo que los opone y los enfrenta de forma paradójica.
- SALUD: Los dos músicos están obsesionados por la salud. Ninguno de los dos fuma ni bebe alcohol, aunque se rumorea que Prince coqueteó con las drogas durante su juventud y que MJ es adicto a todo tipo de fármacos. Prince no permite que se fume ni se beba alcohol cerca de él; y de todos es sabido el celo extremo con que MJ protege sus pulmones y el aire que respiran sus hijos. Ambos acostumbran a cuidar su forma física, y parece que tienen predilección por el baloncesto. Prince jugaba en el equipo de su escuela, destacando por su rapidez. MJ no ha dudado, por su parte, en invitar a estrellas de la canasta como Magic Johnson y Michael Jordan para sus videos musicales. El baloncesto, curiosamente, es el deporte con mayor presencia de afroamericanos en Estados Unidos. En cualquier caso, los dos artistas poseen cierta obsesión por permanecer siempre jóvenes.
- DINERO: MJ proviene de una familia humilde y numerosa, pero apenas tuvo tiempo de pasar penurias porque a los cinco años ya era famoso. El dinero le vino solo; casi podría decirse que es una máquina de multiplicar dólares. Ha sido una de las personas más ricas del mundo y en estos momentos se encuentra en crisis económica. Ha gastado grandes cantidades en beneficiencia, pero también en todo tipo de caprichos extraños. Puede concluirse que MJ no es un buen administrador de su economía, que nunca ha estado bien aconsejado y que mucha gente se ha aprovechado de su inocencia y de su desprendimiento. Posiblemente, el dinero no le interesa. Prince, al contrario, pasó por muchas penalidades hasta conseguir dinero. Durante su infancia vivió un tiempo en casa de un amigo y le costó mucho esfuerzo lograr la independencia. Para una persona insegura como él, el dinero supone una confirmación social de su éxito. Para Prince, el dinero es casi lo más importante. De ahí que sea tan receloso con su propiedad intelectual y llegue incluso a perseguir judicialmente a cualquier sospechoso de lucrarse con su obra. No se fía de nadie y prefiere llevar él mismo sus finanzas y sus gastos. Pese a sus problemas con la Warner Bros, que en los 90 desembocaron en una crisis de su bolsillo, posiblemente a la larga Prince ha demostrado que también es un genio de los negocios. Su gira "Musicology" fue la que más recaudó en 2004 en Estados Unidos.
- AMOR: Prince ha tenido dos esposas y varias amantes. Durante toda su vida ha buscado empedernidamente a su alma gemela. Encomiable resultó su entusiasmo durante los años 80, donde parecía que componía para un "U" ideal que en algún momento se haría realidad. Siempre ha necesitado una mujer a la que dedicar canciones y que le comprenda a todos los niveles: artístico, profesional, amoroso. Por ello, no paró de experimentar a fin de realizar sus sueños. Su exigencia creyó colmarse con Mayte, su primera esposa. El fracaso final de esta relación le ha cambiado completamente y le ha llevado a refugiarse en la religión o en relaciones más convencionales. MJ es aún más difícil en el aspecto amoroso. Su amor siempre ha oscilado entre el platonismo y el altruismo. O ama a mujeres imposibles como Liz Taylor o proyecta su amor hacia toda la humanidad, especialmente hacia los niños más necesitados. La primera esposa que tuvo, junto a la única novia que se le conoce (Brooke Shields), atendían más a estrategias comerciales que a verdadero amor. Se trataba, entonces, de disipar rumores de homosexualidad o de excesiva extravagancia. La segunda esposa, a la larga, se convirtió en una simple procreadora de sus hijos; en un contrato. Su aparente celibato contrasta con la presunta promiscuidad de Prince. Es difícil saber si estos dos astros han conocido alguna vez el amor de pareja, aunque posean la admiración incondicional de sus fans y hayan logrado que tanta gente se enamore de y con sus canciones.
- EL PUNTO DE VISTA AJENO: Aunque ambos artistas parecen tomarse muy en serio a sí mismos, a menudo ironizan en las letras de sus canciones sobre la forma en que son vistos por los demás. MJ nació artísticamente con la compañía de música negra Motown; pero fue el poderoso sello Epic el que lo transformó en leyenda. Actualmente, MJ es conocido en todo el mundo: desde Europa hasta Latinoamérica conserva una verdadera legión de fans. Y en países asiáticos, como Japón y Corea del Sur, los cantantes de moda imitan sin cesar sus bailes, su música y su forma de cantar; en muchas ocasiones sin citar la fuente y con desconocimiento de su influencia. Prince también empezó a publicar canciones pensando en el mercado afroamericano, pero su música trascendió a partir de su apertura al rock. También en diversos lugares del mundo cuenta con el reconocimiento de sus seguidores. En Latinoamérica es recibido con cariño; y en Asia se le tiene como artista exquisito para un auditorio de cierta edad. Trivializando, puede decirse que "el público negro los crió, el blanco los encumbró, el latino los amó y el asiático los recordó olvidándolos".
- RAREZAS: ...
- VIGENCIA ACTUAL DE SU MÚSICA: Prince tiene la suerte o la desgracia de haber compuesto "Purple rain". Nunca conseguirá una canción tan redonda, y posiblemente mucha gente sólo le recordará por este tema. Sin embargo, su productividad es absolutamente asombrosa. Hemos realizado una breve lista de las 100 mejores canciones de Prince e inconscientemente hemos omitido "Purple rain". Eso quiere decir que, por más que Prince lo intente y por más que se supere musicalmente, su destino estará ligado para siempre a una sola canción. Aseguramos que su caudal musical es increíble y que cada fan tiene su lista propia de 100 ó 1.000 mejores canciones; y que nos quedamos con ganas de escuchar más temas descartados o inéditos. MJ, en su continua indefinición, no posee ninguna canción específicamente representativa. De hecho, no ha compuesto ni interpretado demasiadas canciones en sus casi treinta años de carrera en solitario. Sin embargo, la mayoría de ellas resultan inolvidables y han adquirido el reconocimiento general: "Don´t stop till you get enough", "Rock with you", "Billie Jean", "Thriller", "Beat it", "We are the world", "Bad", "The way you make me feel", "Smooth criminal", "Leave me alone", "Black or white", "In the closet", "Who is it", "Heal the world", "Earth song", "You don´t care about us", "You are not alone", "You rock my world"... Hay que reconocer que dispone de una serie de hits indestructibles y súper conocidos que, prácticamente, equivalen a quince o veinte "Purple rain" de Prince. Ahí están, pueden antologarse y resumirse en menos de una decena de discos. No circulan demasiados piratas sobre su obra inédita, al contrario de lo que sucede con la enfermiza hiperproductividad de Prince.
- LUGAR DEFINITORIO: MJ nació en una localidad de Indiana, pero pocos como él pueden denominarse "ciudadanos del mundo". Pertenece a todos los lugares del planeta porque, realmente, no pertenece a ninguno. No en vano se le ha identificado, en serio o en broma, con un extra-terrestre. Su vinculación con la película "E.T." resultaría a la postre definitoria. Prince nació en Minneapolis y se debe absolutamente a su ciudad. Profeta en su tierra, Prince ha dado toda su música y sus esfuerzos a Minneapolis. La ciudad le reconoce como su hijo pródigo; y sería deseable que allí pasara sus últimos días. El denominado "sonido-Minneapolis" se identifica plenamente con las innovaciones de nuestro purpurado.
- MÚSICOS RELACIONADOS: En teoría, ninguna canción de Prince quedaría demasiado rara en la discografía de MJ. Lo mismo ocurriría con las composiciones de MJ. Esta semejanza en una escucha superficial se debe, principalmente, a que han nacido en el mismo año y han bebido de las mismas fuentes. Comparten influencias esenciales: The Temptations, Marvin Gaye, Sly Stone, James Brown, Jimi Hendrix, The Beatles, Stevie Wonder... Tanto Prince como MJ han asumido, personalizado y superado la herencia de los grandes músicos precedentes. También han dejado una huella profunda en los artistas posteriores. La enumeración de sus afluyentes, tan palpable hoy en día, sería inútil. Lo sepan o no, casi todos los músicos actuales están influidos de algún modo por MJ y Prince.
- INSTRUMENTOS: MJ toca varios instrumentos musicales, aunque rara vez se prodiga con ellos en sus discos o actuaciones. Prefiere imitar el sonido de los instrumentos con su extraordinaria voz, o dejar que los movimientos de su cuerpo hablen por sí solos. Prince es un virtuoso, como mínimo, de la guitarra y el piano. Domina una serie enorme de aparatos y hace gala de ello tanto en sus grabaciones como en sus conciertos: desde la percusión hasta la electrónica, sin saber leer partituras, posee un don natural para coordinar su oído con sus manos. Y, siempre que puede, toca todos los instrumentos y hace todas las voces de sus discos. MJ prefiere que sean especialistas los que toquen en sus álbumes y en sus directos; quizá por ese afán de perfección y versatilidad que ha acompañado toda su carrera.
- CREATIVIDAD (voz, baile, conciertos, videos musicales, vestuario): Prince controla casi todos los registros vocales, siendo un experto consumado del falsete. Sus chillidos, puros y duros, no tienen parangón en cuanto a emotividad y sentimiento se refiere. También sabe cómo manejar las posibilidades de los efectos sonoros en el estudio. MJ canta quizá mejor, con una voz de claridad increíble y de potencia inusitada. Su voz cantante alcanza gran perfección y pureza. Se podría decir que puede interpretar cualquier tema con eficacia y técnica. Además, posee una virtud de la que carece Prince: su tono vocal es asimilable por la mayoría y rara vez provocará rechazo. En cambio, su voz hablada parece demasiado aniñada e insegura. Prince, cuando habla, suena incluso más atractivo y susurrante que cuando canta. En cuanto al baile, MJ ha revolucionado la danza e innovado como nadie. Sus movimientos imposibles, sumamente elásticos y creativos, han marcado una era. Prince es un buen bailarín, sobre todo en sus buenos tiempos. Basando sus pasos de baile en su capacidad atlética y en su flexibilidad, también ha conseguido un estilo original e identificable. Pero es en los conciertos donde da lo mejor de sí mismo. Ha sabido evolucionar desde el barroquismo escénico hasta el virtuosismo instrumental, rentabilizando al máximo sus giras. MJ ha realizado conciertos majestuosos al servicio de la espectacularidad, pasando a la historia por su capacidad de "showman". Adolece de la incapacidad de hacer un concierto íntimo para pocas personas, dado lo monstruoso de su fama. Y tiene el inconveniente de verse obligado a usar momentos de "play-back" para compensar el continuo vaivén de su cuerpo. Sin embargo, lo compensa sobradamente con la genialidad de sus videos musicales. MJ modificó por completo el género y lo adaptó a su antojo, de tal forma que no puede entenderse el concepto de video clip sin recurrir a su música. Prince ha protagonizado videos mejores y peores, pero puede presumir de una gran variedad de temas y de formas. Y también de llevar el vestuario más arriesgado y libre que se recuerda: maquillaje, tacones, calzoncillos ceñidos, ombligo y vientre descubierto, abrigos de visón, pañuelo al cuello, ropa sintética de color púrpura... MJ no ha sido tan atrevido con el atuendo, aunque casi siempre se ha caracterizado por la elegancia de su sombrero, sus guantes y sus zapatos. En los últimos tiempos, ambos parecen dejar claro que no visten como el resto de los mortales. Como si fueran superhéroes caprichosos, el vestuario de estos artistas resulta extravagante, único, diferenciador y original. A veces hasta coincidente.
- EL MUNDO DEL CINE: Con escasa fortuna, los dos han intentado acercarse al celuloide. Sus películas han recibido más desacreditaciones que halagos. Semi-biografías, diversas colaboraciones en bandas sonoras, apariciones esporádicas como personajes, citas de sus canciones o de sus videos, comentarios sobre sus nombres (a veces con intención desacralizadora)... puede afirmarse que tanto Prince como MJ han trascendido las barreras musicales y han llegado a convertirse en fenómenos sociales. Afortunadamente, se dieron cuenta a tiempo de que su verdadero ámbito residía en la música. Son excelentes intérpretes en el escenario, cantando y bailando: pero definitivamente no son actores. Demasiado ego y demasiada indefinición incluso para interpretarse a sí mismos.
- PROBLEMAS CON LA JUSTICIA: Como rebeldes por naturaleza y cuestionadores innatos del sistema, ambos cantantes han tenido problemas legales de todo tipo. MJ ha sufrido varias demandas judiciales, por motivos conocidos por todos. Prince también ha soportado distintas querellas por su separación de la compañía discográfica Warner Bros. Ninguno de los dos desconoce lo que implica ser distinto y vivir en una sociedad regida por leyes.
- RELIGIÓN: Prince, desde el año 2001, se presenta al público como un estricto seguidor de los testigos de Jehová. MJ empezó su infancia formando parte de la fe en Jehová, pero en la actualidad se desconoce a ciencia cierta qué religión profesa. En cualquier caso y posiblemente sin quererlo, ambos músicos han creado su propia secta de seguidores y fanáticos. Los dos son personas humanitarias y han depositado mucho dinero en la beneficencia. Los dos se consideran vegetarianos y aseguran respetar toda forma de vida. Los dos son idealistas, solidarios y soñadores empedernidos de un mundo mejor de paz y hermandad. Se preocupan en extremo por el mensaje de sus letras y de sus actos; temen ser malinterpretados. Casi como el Jesucristo que pedía amar a los enemigos, MJ aseguró en su momento que resulta tierno dormir con niños. El símbolo de Prince se usa especialmente como colgante, parecido a la cruz cristiana, y se supone que no se puede pronunciar. Los dos, al fin y al cabo, poseen complejo de salvadores. Quién dice que no lo sean.
- SEXO: El gran tema y el principal misterio que los rodea. Tabú para MJ y obsesión para Prince. Siempre se ha rumoreado sobre su orientación sexual; y la teoría más extendida y creíble reside en que son bisexuales o al menos heterosexuales poco convencionales. Su feminidad latente, su infantilismo o su ambigüedad han sido interpretados de distintas maneras. MJ se declaró enamorado secreto de una mujer mucho mayor que él, la célebre Liz Taylor. Prince quedó cautivado por Mayte cuando la muchacha tenía 17 años; en general, Prince siempre las ha preferido jóvenes y parece que mantiene esa idea de seducir a desconocidas a medida que cumple años. MJ prácticamente omite el tema del sexo en sus canciones, mientras que Prince lo convierte en la principal inspiración de su obra. Salvo ciertas acusaciones de machismo y escándalos por lo explícito de sus letras, da la impresión de que a Prince el sexo le ha proporcionado bastantes satisfacciones y hasta resulta relativamente frecuente encontrar su símbolo en los cuerpos de ciertas actrices porno. A MJ, al contrario, el sexo sólo le ha traído problemas y comederos de cabeza: presunción de haber sido violado por su padre, acusaciones de abuso a niños, renuncias a su libertad de expresión en pro de la comercialidad de las canciones, procreación a partir de inseminación artificial... Curiosamente, su paso de baile característico consiste en tocarse la entrepierna con desafío. Quizá sea una forma primaria de liberar su energía sexual reprimida; pero también de demostrarse a sí mismo que puede ser humano.
- FAMILIA: Los dos se han casado y separado dos veces. Los dos se han visto marcados por un padre autoritario y de fuerte personalidad; en contraste con la pose delicada y suave de los dos astros. Según se desprende de la película "Purple rain", posiblemente el padre de Prince maltrataba a su madre y a sus hijos. Mejor fama no le precede al padre de MJ, acusado incluso de violarlos. Los progenitores de ambos han resultado fundamentales en sus carreras, en cualquier caso: el padre de Prince le regaló sus primeros instrumentos e incluso ha compuesto varias canciones de éxito con él (como la inmortal "Scandalous"). El padre de MJ le incitó a dedicarse a la música, junto a sus hermanos, pese a aprovecharse egoístamente de las ganancias. Prince engendró un hijo con Mayte: el pequeño Gregory murió poco después de nacer, víctima de una terrible enfermedad cerebral conocida como el "síndrome Pfeiffer". MJ tiene tres hijos de dos madres distintas, presumiblemente concebidos por métodos artificiales. Prince cuenta además con una hermana pequeña, que ha hecho sus pinitos en la música sin fortuna y sin apoyo de su hermano. Casi todos los consanguíneos de MJ se han dedicado a la música, con éxito relativo: su hermana Janet se convirtió en una estrella, pero los otros siete hermanos sólo pudieron vivir musicalmente a su sombra.
- AMIGOS: MJ no suele dar a conocer a sus amigos, si es que tiene alguno. A menudo ha trabajado con varias superestrellas del mundo del espectáculo, estableciendo una relación cordial y afable con todas ellas (Liz Taylor, Marlon Brando, Steven Spielberg, Freddie Mercury, Stevie Wonder o Michael Jordan son buenos ejemplos de esta facilidad de nuestro Michael para llevarse bien con distintas personalidades y suavizar los egos más poderosos). Da la impresión de que sus mejores amigos son los niños y los animales, especialmente su inolvidable mono. Para un hombre que apenas tuvo infancia y que siempre ha sido visto como una máquina de hacer dinero, su concepción de la amistad debe acercarse a la de un tesoro precioso y difícilmente apresable. Prince es un fanático del trabajo, y como tal casi todos sus amigos están relacionados con el mundo de la música. Dado lo voluble de su carácter y lo caprichoso de sus exigencias profesionales, le resulta extremadamente difícil mantener por largo tiempo a sus amigos músicos. De ahí que pocos miembros de su New Power Generation puedan mantener su ritmo infernal de grabaciones y conciertos, a veces a altas horas de la madrugada; y de ahí que se vayan sustituyendo progresivamente. Sus mejores colegas parecen ser los músicos mayores que él (y que por tanto respeta, como Maceo Parker) o los artistas esporádicos que no le acompañan en todas sus giras (como Sheila E.). No debe de ser fácil soportar las manías y frecuentes cambios de humor de los genios.
- FELICIDAD Y DESGRACIA: Difícil saber si estos músicos disfrutan o han disfrutado de la felicidad. Seguramente han vivido momentos máximos de emoción y adrenalina impensables para cualquiera. También han sufrido mucho y descansado poco.
- SÍMBOLOS: El símbolo de Prince es un icono que representa la sexualidad ambivalente y la música como centro y cima. El símbolo de MJ son sus pies en movimiento, con zapatos negros y calcetines blancos.
- NÚMEROS: Prince ha usado varios números para titular sus canciones: "1999", "7", "1-800", "17", "319", "2020", "3121"... Todo indica que su número favorito es el 7. MJ no ha usado ningún número especial, pero para bien o para mal siempre se le ha identificado con el 1. En quiasmo rebuscado, recordemos que MJ es el hijo séptimo y Prince el primero de su familia.
- FANS (en Estados Unidos, en España, en el resto del mundo): Ambos disponen de santos que les perdonan todo. Hoy en día no resulta raro que compartan fans, si bien en los 80 y principios de los 90 socialmente no estaba bien considerado ser a la vez seguidor de los dos. Parecido a lo que pasó con The Beatles y The Rolling Stones, la rivalidad supuso un obstáculo en un principio excluyente. La base de los fans de MJ siempre ha estribado en los niños y en los jóvenes (al menos de espíritu); Prince posee seguidores cada vez más maduros, incluso mayores que él. Es relativamente frecuente que algunos fans de Prince llegaran a su música a partir de MJ, en busca de un inquietud más profunda. En Estados Unidos, MJ y Prince siguen siendo reconocidos como artistas inigualables y continúan sin haber encontrado sustitutos a su altura. Posiblemente, se habla sobre ellos todos los días. En España, como país desmitificador que somos, usamos sus nombres más para burlarnos que para alabarlos. Sin embargo, existen varios foros en español sobre ellos y toda una corriente subterránea de admiradores incondicionales. En el resto del mundo, controversia.
- DESTINO: Lo más cercano a una actuación conjunta se llevó a cabo en un concierto homenaje a James Brown. Primero salió MJ, que realizó una interpretación vocal perfecta para cautivar al maestro Brown. Después apareció Prince, montado encima de su guardaespaldas y dando gritos incontrolados al son de su guitarra eléctrica. La actitud de los dos, ante un mismo hecho, contrastaba enormemente: MJ quería agradar y Prince ansiaba provocar. Al principio de sus carreras en solitario, el chico bueno era MJ y el chico malo Prince; no en vano el primero propuso al segundo que participara en la canción que daba título al álbum que supondría su mayor cambio cualitativo de imagen: "Bad". En la actualidad, tendemos a pensar que Prince es una persona relativamente "de bien" (su nueva religión le prohíbe cantar temas sexualmente escabrosos y modifica algunas letras o renuncia a otras para respetar sus creencias). Y, paradójicamente, pocas personas resultan tan malditas y vilipendiadas estos días como MJ. Esta inversión de papeles resulta significativa, e indica que ni uno era tan bueno ni otro tan malo. Y viceversa.
- COINCIDENCIAS FINALES: Ambos genios seguramente se profesan un amor mutuo inconfesable. Secretamente, el uno aspira a ser el otro. ¿Qué no daría Prince por ser el artista que más discos ha vendido, o por obtener el reconocimiento universal de los hits de MJ? ¿Qué no daría MJ por lucir una carrera musical independiente y arriesgada, al servicio únicamente de la creatividad y al margen de la necesidad comercial de agradar a la mayoría? Los dos, previsiblemente, conjugan la envidia y la admiración recíprocas. Los dos disfrazan su inseguridad con cierto amaneramiento; imponen su arrogancia a la humildad de sus orígenes. Son el rey y el príncipe de la música pop: aunque a veces hayan disgregado su obra en diversos grupos o colaboraciones, su individualidad poderosa siempre permanece. Los dos son originales y excéntricos, únicos e inclasificables. Los dos se preocupan por cultivar la poesía, por leer la Biblia y por cuidarse el pelo. Los dos, en teoría, están completamente solos. Pero, si no se mantienen astrológicamente unidos y aparentemente no se tienen en cuenta, ¿por qué se supone que Prince en sus conciertos ha tocado canciones de MJ? ¿Por qué el hijo mayor de MJ se llama Prince?
FUENTE:
http://www.amebaboy2.blogspot.com/
Genial verdad?, espero que lo hayan disfrutado...