Por: ♥Anaitat♥Twittear
Michael
fue hospitalizado mientras realizaba los ensayos para One Night Only (Especial de HBO), después de tener un colapso el 6
de diciembre.
El Dr. Alleyne contó la
inolvidable experiencia de atender a MJ:
En
diciembre de 1995, Alleyne era el director de cuidados intensivos del Hospital Beth Israel del Norte, en el
Upper East Side de Nueva York. Él era el encargado cuando una de las enfermeras
le dijo: Tenemos a Michael Jackson viniendo hacia aquí.
Alleyne
no lo creyó entonces.
"Dije: '¡Ja, ja, muy
gracioso!'”
Había
atendido pacientes que eran estrellas, o cónyuges de estrellas, pero esto era
diferente. Miles de personas comenzaron a clamar fuera del hospital. El lugar
estaba convirtiéndose en un manicomio.
"Diez minutos más
tarde, llegó Michael Jackson en una camilla”.
"El señor Jackson
estaba en condición crítica”,
dijo Alleyne. Estaba deshidratado. “Tenía la presión
arterial baja y una frecuencia cardíaca rápida. Estaba cerca de la
muerte".
Alleyne
dio la orden para tener el desfibrilador listo si era necesario, para tratar el
ritmo cardiaco anormal del artista…
Después
de una hora o así, Alleyne dijo que tenía a Jackson estabilizado con líquidos
intravenosos y otros tratamientos, y se transfirió a Jackson a cuidados
intensivos.
"Miré por la ventana,
y la multitud estaba hombro con hombro, inmensa, mucho más que cuando la
mansión del alcalde al otro lado de la calle había acogido el Papa, al
presidente, incluso a Nelson Mandela”,
recordó Alleyne.
Y
dentro del hospital había un caos absoluto.
El
séquito de Jackson se había metido a la fuerza en cuidados intensivos. Alleyne
tuvo un breve enfrentamiento con un guardaespaldas que no quiso dejarle entrar
en la habitación de nuevo después de haber salido brevemente. Alleyne le recordó: “Tu jefe está
muriendo ahí dentro y yo voy a entrar para salvarle la vida. Usted puede ser el
que tenga que decir que no me dejaron entrar”.
Bill
Alleyne entró y salvó a Michael Jackson.
Jackson
se estabilizó pronto y Alleyne y Jackson comenzaron una relación médico/paciente
similar a todos, en
teoría, pero diferente de cualquier relación que había tenido en la práctica.
Mientras la gente se subía a los árboles para obtener fotos de dentro del
hospital, los fans de Jackson cantaban canciones fuera y la prensa mundial
invadía las aceras y calles informando sobre el estado del hombre más famoso,
Bill Alleyne intentó mantener a Michael Jackson vivo con alimentos y atención
intravenosa.
“Michael
Jackson era el tipo más amable y menos exigente que quisieras conocer”, dijo Alleyne. Todo lo que dijo fue un
susurro. Su mayor preocupación era si podría actuar”.
Alleyne
dijo a Jackson que de ninguna manera iba a poder actuar pronto.
Después
de aproximadamente 72 horas, Alleyne, los publicistas de Jackson y otros se
dieron cuenta de que tenían que dar una conferencia de prensa. Así, Alleyne
trabajó con gente de Jackson para ver lo que se podría decir y lo que no, pero
diciendo la verdad. Alleyne fue contundente con el mundo, diciendo que Jackson
no tenía ningún problema del sistema inmunológico, debido a que los rumores
sobre el SIDA se arremolinaban. Fue contundente diciendo que Jackson no tenía
drogas en su cuerpo.
"Michael Jackson
estaba inconsciente cuando llegó”,
dijo Alleyne. “Tuve que dejarlo claro”.
A
lo largo de los siguientes días, Alleyne fue el médico de Jackson. Otros
médicos vinieron a verle también, pero Alleyne no estaba ofendido. Tener otro
par de ojos cuidando y tratando a Jackson era comprensible.
Jackson
tuvo que hacer lo que otros pacientes que se están recuperando deben hacer,
dijo Alleyne. Caminar, ser monitorizado. Excepto que tenía un séquito en la
habitación contigua.
"Después de un par de
días, el Sr. Jackson me dijo que necesitaba peinarse”, recordó Alleyne. Le dije que teníamos un
peluquero en el hospital.
El
séquito de Jackson se rió:
Un estilista viajaba por todo el mundo con Jackson y podía ir allí mismo, a
cuidados intensivos. El equipo de maquillaje entró también.
Cerca
del final de la estancia hospitalaria de Jackson, le pidió a Alleyne si podía
visitar a otros pacientes en cuidados intensivos. Jackson conoció a una señora,
le dio una foto autografiada después de haber rezado con ella, y la señora le dijo a Alleyne: “Puedo morir ahora; recé con Michael
Jackson”.
Alleyne recordó riendo: “Le
dije al señor Jackson que tal vez visitar a personas que habían sufrido ataques
al corazón u otros problemas graves no era una buena idea”.
Cuando
Jackson fue dado de alta, pidió a Alleyne que le hiciera visitas a domicilio
para los próximos tres días. Controles de presión arterial, pulso, todas esas
cosas. No era su cometido, pero Michael Jackson se lo había pedido y dijo que
sí.
"Llamadas a domicilio,
al ático del hotel Four Seasons”,
dijo Alleyne. Había reservado las dos últimas plantas enteras.
Finalmente,
alrededor de dos semanas después, Alleyne dijo a Jackson que estaba estable. “Puedo
dejar de ser tu médico y volver a ser tu fan”.
Humildemente,
Alleyne le pidió una foto autografiada para sus hijos.
Antes
de que Alleyne dejara el hotel ese día, recordó que Jackson le dijo: “Gracias por
salvarme la vida”.
Entonces
Jackson dijo a Alleyne que comprendía lo difícil que había sido para un hombre
negro llegar a una posición tan distinguida dentro del mundo de la medicina,
que los logros de Alleyne fueron una inspiración para él.
"Fue muy conmovedor.
Nunca olvidaré eso”, dijo Alleyne.
Créditos:
Foro Mjhideout