5-3-2016
Jennifer Batten no pensaba en sí misma como una pionera en 1987 cuando comenzó un periodo de 10 años como guitarra solista en la banda de Michael Jackson durante tres giras consecutivas. Igualmente, la virtuosa guitarrista de San Diego se centró en tocar –no en hacer historia- mientras acompañó al guitarrista británico Jeff Beck, entre los años 1998 y 2001.
En 1979 se convirtió en la primera mujer graduada en el Instituto Tecnológico de Guitarra de Los Ángeles, donde ganó dos premios. Posteriormente fue también la primera mujer en enseñar allí.
El veterano guitarrista Joe Satriani dice de ella: “Qué tremenda es Jennifer tocando. Siempre ha estado en la vanguardia de lo que se puede hacer con una guitarra”.
Rock, pop, blues, jazz, funk, no importa qué estilo sea, su alcance y dominio han sido inconfundibles.
“Básicamente, cuando los guitarristas principiantes me piden consejo sólo les digo que sigan partiéndose el alma trabajando en su música, y su carrera saldrá adelante”, dice Batten, de 58 años, que suele practicar durante 10 horas diarias.
Se ríe.
“El consejo puede ser una completa chorrada, pero es lo que le digo a la gente. Porque no conozco ninguna fórmula mágica para que pasen las cosas, más que sumergirse en lo que te apasione”.
El primer concierto al que asistió de niña en San Diego fue a uno de Sonny & Cher. Eso divirtió y alarmó al mismo tiempo a Jeff Beck cuando se enteró años más tarde.
“Jeff me dijo al oído que no contara a nadie que ese fue mi primer concierto”, dice riendo. “Me dijo que dijera que fue uno de Gene Vincent and The Blue Caps”.
Después de años de esfuerzo, se unió a la banda de Michael Jackson, una posición que fue vista como un modelo a seguir por las siguientes generaciones de jóvenes guitarristas femeninas. Nadie estaba más sorprendida que ella.
Cuando Batten acudió a la audición para la banda de Jackson en Los Ángeles, a donde se trasladó desde San Diego en 1984, interpretó
"Giant Steps", la versión de guitarra sin acompañamiento del icónico saxofonista de jazz John Coltrane. Aún más impresionante, arregló la ya de por sí retadora pieza de Coltrane en un estilo Eddie Van Halen –algo que habría sido intimidante para el propio Van Halen- punteando cada nota y aporreándolas en rápida sucesión en el mástil de la guitarra.
"Fueron a la audición cerca de 100 guitarristas”, recuerda Batten de la prueba que hizo para Jackson, hablando recientemente desde su casa de Oregon. "Realmente no sé si fueron otras mujeres guitarristas, porque era una audición abierta. Todo el mundo tenía 15 minutos, y sólo vi a la persona que hizo la prueba inmediatamente antes de mí, y luego a la que llegó después.
Cuando hice la prueba, no había banda, sólo yo y una cámara de vídeo. La única pista que me dieron fue que iba a tocar un ritmo funky de guitarra en la mayor parte de la gira. Así que improvisé algo funky, y después hice estilo libre. Entonces toqué el solo de ‘Giant Steps’, que terminó en mi primer álbum. Acabé mi audición con el solo de (Eddie Van Halen) 'Beat It', porque lo había estado tocando con Purl durante un par de años".
La llamaron de nuevo para otra audición, pero no fue la música la que resultó intimidante.
"Al final de la segunda audición, el chico que grababa el vídeo me dijo: ‘Michael quiere tener una idea de su personalidad, así que hable ante la cámara’. “Esa fue probablemente la parte más difícil de la audición", dice ella riendo.
"Varios días después, recibí una llamada diciéndome que le interesaba a Michael y preguntando si podía ir a tocar con su banda, y ver cómo iba. También me preguntaron si podría tomarme un año libre para salir de gira. Les dije: ‘¡Llévenme a donde quieran y el tiempo que quieran! La primera gira terminó durando un año y medio”.
La única otra mujer en la banda de Jackson era una cantante entonces desconocida llamada Sheryl Crow, con quien Batten compartió vestuario en la gira.
A la pregunta de comparar y contrastar el tocar con Jackson y Beck, dijo: "En lugar de ser una de las siete personas en el escenario con Michael, yo era una de las cuatro en el escenario con Jeff. Y, con Jeff, yo era responsable de tocar todas las partes armónicas. Por lo tanto, si había un error, no era muy fácil para mí ocultarlo”.
"Michael quería que sonara igual cada noche. Y cada una de las canciones que hicimos era un gran éxito, por lo que la gente se sabía todas las notas de las canciones. Jeff quería que sonara diferente cada noche. Él quería que le animáramos a ir a diferentes lugares musicales cada vez que tocábamos".
El primer concierto en su primera gira con Jackson fue en Tokio. Batten, que nunca había estado fuera de los EE.UU., ni siquiera tenía pasaporte antes de unirse a su banda. En cualquier caso, la transición de la oscuridad a la escena mundial resultó ser suave.
"Era como unas vacaciones pagadas", recordó. "Sólo actuábamos dos o tres veces a la semana. Llegamos a ver el mundo, lo que no es muy habitual en la mayoría de las giras, porque es muy caro salir de gira, especialmente con un séquito de 100 personas, como Michael hacía. En la mayoría de las giras, estás de viaje y haces shows casi todas las noches. Así que fue una verdadera bendición para mí formar parte de esas giras con Michael... Desde luego él no tuvo una crianza normal, pero era muy amable y respetuoso, y una persona increíblemente creativa”.
"Musicalmente, era como estar en una banda de covers, ¡excepto que todas las canciones eran del mismo artista! Así que tocar su música era bastante natural. Pero la magnitud de ello era interesante.
Michael era muy amable y respetuoso. Definitivamente estaba al mando de la orquesta, por así decirlo. Él estaba al tanto de todos los departamentos”.
"He oído un montón de historias de otros, donde el líder era un completo imbécil y aniquilaba a la gente de su banda en el escenario. Michael nunca fue así. Él siempre mantuvo la calma, no importa la cantidad de presión que soportara...”
"Al final de una gira, para el último show, nos pusimos todos unos fedoras. Cuando Michael se dio la vuelta y miró a la banda, se llevó una sorpresa. Se partió de risa".
El equipo de vestuario y estilistas de Jackson proporcionaron a Batten y a los otros miembros de la banda un nuevo aspecto y vestimenta para cada gira.
Los resultados, por lo menos para ella, fueron decididamente conflictivos.
Michael tenía artistas que diseñaban la imagen de cada uno de nosotros, y además contrató a gente de vestuario, maquillaje y peluquería. Al principio, tenía aspecto de Mohawk un poco duro. Le pedí, después de un tiempo, si podíamos hacerlo parecer un poco más como de domador, y le pareció bien.
"En el HIStory Tour tenía un traje desagradable que se supone tenía que llevar. Alguien le había dado a Michael un libro de fotos que estaba básicamente lleno de ropa S&M (sadomaso). Mi traje era de piel de leopardo. Tenía una peluca, con una correa en la nariz unida a la cabeza, y una mordaza de bola que se supone debía ir en la boca.
Me planté y les dije: ‘Eso sí que no’. Este no era el mensaje que quería enviar a las jóvenes. Se lo dije a Michael, y estuvo completamente de acuerdo".
¿La gente la trató de forma diferente después de su primera gira con Jackson?
"No esperaron a que terminara la gira", respondió Batten. "Tan pronto como me contrataron, me enteré de gente que estaba celosa y haciendo comentarios desleales. Pero lo mismo les sucedió también a los bailarines contratados para la gira".