Por: ♥Anaitat♥Twittear
Cuando se cumple el cuarto aniversario de la muerte de Michael Jackson, todas las miradas están puestas en su otro legado: sus hijos, Prince Michael (16 años), Paris Michael Katherine (15) y Prince Michael II, más conocido como Blanket (11). Los tres las acaparan desde aquel masivo servicio fúnebre que se ofició en el estadio Staples de Los Ángeles tras la muerte del cantante, el 25 de junio de 2009. Protegidos de la luz pública mientras Jackson estaba vivo, el mundo aparcó el morbo por esas tres pequeñas figuras que le acompañaban siempre cubiertas de la cabeza a los pies para contemplar, simplemente, a unos niños que habían visto morir a su padre. La dimensión humana se imponía a la superestrella marciana.
Todas esas miradas continúan centradas en ellos. Si prospera la demanda que han interpuesto junto a su abuela, Katherine Jackson, contra la promotora de la que había de ser la gira de regreso del Rey del Pop, AEG Live, podrían recibir hasta 30.000 millones de euros. La acusación asegura que AEG contrató y controló al doctor Conrad Murray, que actualmente cumple cuatro años de cárcel por haber suministrado al cantante una dosis fatal de propofol hasta llevarlo a la muerte por agotamiento. La promotora defiende que Murray trabajaba como médico personal de Jackson y que los pagos que recibió formaban parte de los adelantos de honorarios al artista. Se estima que el juicio en el tribunal superior de Los Ángeles, que lleva ocho semanas, dure cuatro meses.
El ingreso en el hospital de Paris ha abierto un debate sobre la situación personal de los herederos
Con el pequeño Blanket eximido de comparecer para preservarle de mayores traumas, la declaración de sus dos hermanos, aún pendiente, servirá de pieza clave. El intento de suicidio de Paris, a principios de este mes, ha abierto todo un debate sobre la situación personal y familiar de los herederos, que viven bajo la custodia que comparte la matriarca de los Jackson desde hace un año con su tío Tito Jackson. El fin de semana pasado, el clan se reunió para celebrar la boda de uno de los hijos de Tito, Taj Jackson. Pero Paris no acudió por permanecer aún ingresada en el mismo hospital donde fue trasladado su padre en el día de su muerte.
Considerada “la mejor portavoz de Michael Jackson” según la presentadora y amiga de la familia Oprah Winfrey, Paris rompía su imagen de estabilidad al ingerir 20 pastillas de ibuprofeno y realizarse cortes en las muñecas. Ella fue la única de los hijos que vio al cantante agonizante mientras los servicios de emergencia luchaban por preservar su vida. Un recuerdo que, confesó, “es insuperable”. Coincidiendo con el tercer aniversario de su ausencia, lo subrayó ante sus 1,3 millones de seguidores en Twitter: “Papá, siempre estarás en mi corazón”.
La presión del juicio y la inevitable llegada de un nuevo aniversario se han convertido en las razones más recurrentes para descifrar qué ha llevado a la niña a intentar quitarse la vida. También se habla del desconocimiento de la identidad de su padre biológico. Paris ha reavivado recientemente su relación con su madre y la de su hermano mayor, Debbie Rowe, que en 2009 llegó a un acuerdo con la abuela Jackson para que permitiera las visitas supervisadas. Entre tanto, la paternidad de la joven ha sido reclamada por muchos; entre ellos, el actor Mark Lester, el que fue dermatólogo del intérprete, Arnold Klein, y uno de sus guardaespaldas, Matt Fiddes.
Según personas cercanas a la joven (que no quieren dar su nombre), la gota que colmó el vaso no es el hecho de que su progenitor no sea Jackson, como aseguran los abogados de AEG queriendo presentar al cantante como a un mentiroso patológico, sino que ella y Prince no son hermanos de sangre. De Blanket, en cambio, el propio Jackson aseguró que era resultado de la inseminación de su propio semen y una madre de alquiler de origen hispano.
Prince Michael, en cambio, parece mantenerse sereno. El primogénito fue corriendo a ver a Paris tras su intento de suicidio y vive con aparente estabilidad una relación amorosa con una princesa (como corresponde a su nombre), la supuesta heredera de una dinastía kuwaití Remi Alfalah. Acudieron juntos a la boda de Taj Jackson y al reciente estreno de la sexta temporada de True blood en Los Ángeles.
Pese a ser el mayor, Prince siempre ha dejado que sea su hermana quien dé la cara por la familia. Aunque en los Grammy de 2010 subió a recoger un galardón a toda una carrera en nombre del Rey del Pop. “En todas sus canciones el mensaje fue sencillo: amor. Continuaremos su mensaje y ayudaremos al mundo”, proclamó.
Se estima que el juicio en el tribunal superior de Los Ángeles, que lleva ocho semanas, dure cuatro meses.
También se ha sabido que durante el cruce de preguntas con los abogados que la promotora AEG presentó en vídeo esta semana ante la juez, Prince aseguró que estaba “íntimamente ligado a los asuntos de su padre”. Sin embargo, el joven ha dicho que quiere labrarse una carrera en el espectáculo alejado de esa sombra, a pesar de la fortuna que ya recibe como paga semanal y que solo irá en aumento con los años. Su vocación confesa es el cine: dirigir, producir, guionizar e incluso actuar. Hace un mes realizó su primer cameo, en 90210 (la nueva versión de Sensación de vivir).
Antes cubrió el rito de su primer trabajo ejerciendo de entrevistador con los protagonistas de Oz, un mundo de fantasía. Aunque las malas lenguas aseguran que esa presencia como reportero en Entertainment tonight tuvo más que ver con el oportunismo del programa, que aprovechó para emitir imágenes inéditas de su padre durante el rodaje de The Wiz (1978), una versión afro del cuento de Oz donde Michael interpretaba al espantapájaros. Ante esa emisión debería responder LaToya Jackson, convertida en agente del joven Jackson a través de su compañía Ja-Tail Enterprises. De igual manera, LaToya ha sostenido un enfrentamiento con Paris por considerarla demasiado joven para debutar como actriz (en la cinta pendiente de rodaje Lundon’s bridge and the three keys).
Las presiones e incógnitas que acompañan a los tres herederos sirven de telón de fondo al juicio de estos días. La juez Yvette Palazuelos ha indicado a puerta cerrada su impaciencia con las interminables jornadas de testimonios. Algunos al borde de lo delirante, como cuando la cabeza visible de AEG, Randy Phillips, expresó con toda seriedad el convencimiento de la exesposa de Lionel Richie, Brenda, de que Jackson se había suicidado porque “el espíritu” de Lionel así se lo había dicho. Los presentes en la sala respondieron con carcajadas. Para evitar el circo, Palazuelos ha recortado al mínimo el acceso al proceso tanto del público como de los medios.
FUENTES: http://elpais.com/elpais/2013/06/21/gente/1371842055_890659.html